En septiembre próximo, el chileno Braulio Jatar cumplirá dos años como preso político del régimen totalitario venezolano. Él se encuentra preso desde el 3 de septiembre de 2016, cuando el abogado y comunicador social se dirigía a su lugar de trabajo en Isla Margarita para informar sobre las protestas en contra de Nicolás Maduro, desarrolladas durante la jornada anterior en la localidad de Villa Rosa.
Lo acusaron de portar un maletín con 25 mil dólares para financiar a grupos estudiantiles y políticos para desestabilizar la Cumbre de Países no Alineados, cargo frente al cual hasta el día de hoy no hay evidencia alguna, y de los dos supuestos testigos del caso, uno nunca apareció y el otro en su declaración dio cuenta que no viaja a Margarita desde el año 1999. Esto aclara, sin pretexto alguno, que su detención fue arbitraria, por informar sobre la verdad de lo que está viviendo el pueblo venezolano y la fragmentación democrática sufrida en los últimos años.
Lo anterior configura un complejo escenario, en el que se vulneran y atropellan los derechos universales de una persona, al mismo tiempo que el régimen venezolano pasa por alto lo dictaminado por las Naciones Unidas (ONU), donde se ordena la liberación de Braulio Jatar. Al mismo tiempo, diversos organismos internacionales -como la OEA, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y Human Rights Watch- han pedido también su pronta liberación, sin éxito. La dictadura venezolana vulnera los aspectos jurídicos del Derecho Internacional y deja una gran incertidumbre respecto del futuro de nuestro compatriota, donde ha sido condenado injustamente, privado de libertad y forzado a alejarse de su familia, lo cual atenta contra la esencia íntegra del ser humano y transgrede el núcleo fundamental de la sociedad.
Braulio Jatar sufre una persecución política, lo que se suma a las terribles condiciones humanitarias que está sufriendo el pueblo venezolano, que ha significado una diáspora de cientos de miles de personas que buscan nuevos horizontes que les permitan vivir en libertad y dignidad.
Por estas razones, no podemos mantenernos indiferentes a la situación que se desarrolla en Venezuela, siendo nuestro compatriota una de las tantas voces que han tratado de ser acalladas por ejercer la libertad de expresión, derecho fundamental que fortalece toda república democrática. Es por esto que hago un llamado a la ciudadanía a informarse de esta trágica situación y a nuestras autoridades a sumarse al petitorio de diferentes gobiernos y organismos internacionales que exigen la pronta liberación de Braulio Jatar, cuyo único crimen ha sido resistir ante la opresión del régimen de Maduro. (El Mercurio Cartas)
Francisco Chahuán
Senador RN