“Es buen muchacho porque es de los nuestros”, dicen en la mafia. Utilizan el “ojo por ojo, diente por diente” tomando la justicia en mano propia.
Ciento cincuenta balas y un triple homicidio en Puente Alto, al parecer delitos entre bandas rivales. La mafia ya opera en Chile con absoluto desparpajo. Ni hablar de los narco funerales, que se protegen.
Se presencia un tipo de delincuencia que no tiene respeto a la vida.
Desde el año 2022, en Chile comenzaron a operar distintos tipos de delitos violentos no “habituales” a los conocidos: asesinatos múltiples, secuestros, crímenes de carabineros, narco funerales, balas perdidas en distintas partes del país que se llevan vidas.
Dejaron de aparecer en las noticias el robo de un negocio, la encerrona o la entradera, no porque no ocurran, sino porque son “habituales y menores” en comparación a lo existente.
En octubre de 2022, el Presidente Boric dijo: “vamos a ser unos perros en la persecución de la delincuencia”.
En marzo de 2023 muere la carabinera Rita Olivares. En abril de 2023, cinco personas de nacionalidad extranjera fueron baleadas en Lampa, después de una celebración que, según la Fiscalía de Tarapacá, estaba atrás el Tren de Aragua, organización originaria de una cárcel de Venezuela.
Nicolás Maduro , al estilo de Fidel Castro , abrió las cárceles incentivando y echando a los delincuentes hacia otros países. Han ido donde la institucionalidad es más débil.
El secuestro y asesinato de un refugiado venezolano, Ronald Ojeda en Chile demuestra que operan en Chile.
Trafican armas.
Entran drogas.
Cruzan fronteras y puertos vulnerables.
Gracias a la presión de la oposición tras una semana de delitos violentos, el 5 de febrero de 2024, el Presidente Boric cambió de opinión y decidió convocar al Consejo de Seguridad Nacional.
El brutal asesinato de tres carabineros en abril de 2024, en Cañete en la región del Biobío, ocurrió a pesar de que rige el estado de excepción constitucional, con presencia de las Fuerzas Armadas, instaurado debido a la violencia rural y el crimen organizado.
El 18 de julio pasado, 16 homicidios demuestran que la crisis de violencia que se vive en Chile, no se detiene, sino que aumenta. Ese día, el Presidente Gabriel Boric citó a un consejo de Gabinete Pro Seguridad con autoridades de los ministerios de Interior, Hacienda, Justicia y Defensa.
A pesar de los perros, las declaraciones y convocatorias la violencia empeora.
37 homicidios durante las Fiestas Patrias. La ministra del Interior, Tohá dijo: “La cantidad de víctimas de homicidio de estos días ha sido más o menos similar a la que hay en días habituales”. ¿Si es habitual es que se toma cómo algo natural?
Su ministerio debe promover, coordinar y fomentar medidas de prevención y control de la delincuencia, la violencia y la reincidencia delictual. Si algo es habitual se normaliza, y nada cambia.
Increíble declaración.
¿Qué pasa con la Agencia Nacional de Inteligencia? En el mundo real, la inteligencia artificial ofrece a las fuerzas de seguridad nuevas herramientas para analizar grandes cantidades de datos y extraer conocimiento útil para la lucha contra el crimen. Algoritmos que identifican patrones pueden predecir hasta dónde puede ocurrir un hecho con más probabilidad. También cuál es el movimiento migratorio.
Acciones más que declaraciones.
Nada de efectividad en algo esencial a la vida de las personas: el derecho a vivir en paz.
¿Cómo viven la ilusión de futuro los jóvenes? ¿Y quienes ya mayores miran atrás con pena, sin esperanzas?
El caso Audio y sus derivaciones en políticos tiene ocupados a todos los medios. La violencia destaca menos no por disminuir, sino por la gravedad institucional que entraña el caso de tráfico de influencias y corrupción.
Los buenos muchachos de la política se tiran balas entre izquierdas y derechas buscando culpables. Algunos del centro creen que no les afecta y disparan para ambos lados.
Militan 481 mil personas en partidos políticos. El padrón electoral llega a 15 millones. No son todos quienes hacen las cosas mal.
Concluir que el caso Audio es de “las derechas” o el caso fundaciones es de “las izquierdas” es un error. Eso sí, los partidos políticos deben reaccionar y tomar acciones cuando un caso afecta a personas que están en cargos públicos, electivos o son candidatos. Frente a una prueba. Concluir que todos los profesores caen en un mismo saco porque tienen nexos con la política es injusto con quienes trabajan y dan lo mejor de sí mismo lejos de influencias.
Cada individuo debe dar la explicación correspondiente si llegase a ser investigado o formalizado. Explicar y no tirar balas.
Arrastrar a otros sin saber cómo ponerles un rótulo puede dañar y quebrar totalmente a la sociedad.
Generalizar es caer en la moralidad o, peor aún, en una moralización vacía.
Así como demasiada sal echa a perder un caldo, llevar las generalizaciones demasiado lejos puede llevar a pensamientos, creencias y conductas contraproducentes.
Todo esto va más allá de derechas o izquierdas. Es el país el que está afectado. La institucionalidad y la seguridad.
Algo está mal hecho en cuanto a la seguridad y las instituciones que exige que se pongan en marcha mecanismos existentes.
Los ciudadanos necesitan de políticos serios que en vez de tirar balas al adversario se ocupen de dar explicaciones cuando corresponda y proponer soluciones.
No está sucio todo Chile. (El Líbero)
Iris Boeninger
