Un fuerte plan para reducir a menos de la mitad sus costos comenzó a ejecutar Canal 13, como una forma de enfrentar el complejo escenario económico que enfrenta la industria televisiva local y ellos en particular, luego que en 2014, reportaron las mayores pérdidas del sector, con casi $ 20 mil millones.
El ejercicio recién pasado, la estación controlada por Andrónico Luksic también estuvo a la cabeza en materia de costos de ventas y gastos de administración, que en conjunto superaron los
$ 90.200 millones, los más altos en toda la historia del canal.
Fuentes de la emisora comentaron que aunque ha sido lento el proceso, la meta es aplicar ahora los ajustes propuestos por la consultora McKinsey en la asesoría que les prestó durante 2014, ya que la estación también debe solventar la ambiciosa apuesta que hizo con el reciente lanzamiento de su radio de noticias.
Parte de este proceso fue la reducción, la semana pasada, de once a siete del número de directores, que implicó que Soledad Alvear, Rodrigo Álvarez, Alejandro Jadresic y Rodrigo Jordán dejaron la mesa.
Al interior de Canal 13 comentaron que esto tiene dos lecturas: que la alianza entre Luksic y la Universidad Católica ya probó su línea, por lo que ya no se requeriría representantes que aseguren transversalidad, aunque especialmente es una señal de que las eficiencias comienzan en «lo más alto» de la organización.
A ello se sumó que René Cortázar en la presidencia de la mesa, tendrá un control más exhaustivo de los números, aunque, dicen cercanos a la mesa, no está previsto que retome el rol de presidente ejecutivo que tuvo.
En plan de contención considera más que ajustes importantes en la planta de trabajadores, la revisión de los productos y los procesos de la estación. De hecho, está en pleno desarrollo una revisión de los programas de factura propia, en particular en el área de ficción, así como el número de producciones de alto, mediano y bajo costo que realizarán.
En paralelo, van a definir un mix entre contenidos elaborados por ellos y contenido extranjero, dada la importante diferencia de costos entre ambos, ya que, por ejemplo, cada capítulo de una telenovela puede costar del orden de $ 40 millones, mientras que una producción importada vale del orden de $ 3 millones por emisión.
Las fuentes agregaron que la extensión del noticiario central a 90 minutos, tiene un razonamiento económico, no sólo porque su costo es menor, sino que al ser más largos tiene más espacio para publicidad y además, porque la audiencia prefiere esta duración, lo que en el formato de 60 minutos, al que regresaron por pocos meses, afectaba la sintonía que recibe la franja prime.
A esto se suma la intención de los trabajadores del canal, que a través de una carta, pidieron ser incluidos en el directorio para aportar con una mirada técnica que ayude a superar este complejo momento.