En carta a El Mercurio, Carlos Peña reiteró su críticas a recientes afirmaciones sobre el límite de la burla señalando que «De hacerle caso a Francisco, cada grupo podría erigir sus particulares creencias -todas inverificables- y levantarlas como un coto vedado a la burla y la crítica».
El siguiente es el texto de la misiva:
«Algunos lectores manifiestan su molestia -aunque la timidez los lleva a ocultar sus razones- por mi columna sobre el Papa y la libertad de expresión. Como desgraciadamente guardan silencio sobre mi argumento, creo que debo repetirlo.
El Papa sugiere que la fe, y la verdad que ella atesora, debe estar a salvo de la burla. Esa opinión tiene consecuencias inadmisibles. De hacerle caso a Francisco, cada grupo podría erigir sus particulares creencias -todas inverificables- y levantarlas como un coto vedado a la burla y la crítica.
Es difícil imaginar una idea más reñida con la libertad de expresión.
Al sostenerla, el Papa desconoce que la crítica e incluso la burla es el precio que los ciudadanos pagan por expresar las ideas y creencias que les plazca, incluso las más descabelladas». (El Mercurio-Cartas)