El 7 de junio recién pasado, día de su última cuenta anual como rector de la Pontificia Universidad Católica (PUC), Ignacio Sánchez dio un simbólico vamos a la carrera que significará la búsqueda de una nueva máxima autoridad para la institución de la que ha estado al mando desde el 24 de marzo de 2010.
Y aunque su adiós definitivo como rector no se dará hasta marzo de 2025, lo cierto es que el proceso -formal e informal- para sucederlo ya está en marcha, con todo lo que esto supone.
Según cuentan conocedores de la interna de la PUC, desde ese mismo primer viernes de junio las conversaciones sobre quién podría venir después del cirujano pediatra comenzaron a darse más recurrentemente. Y en ellas han salido diversos nombres, los que en todo caso podrían no ser los definitivos: Lorena Medina, quien estuvo trabajando en la campaña presidencial de Yasna Provoste, que también tuvo chances la vez pasada y es exdecana de Educación; Sol Serrano, exvicerrectora de Investigación y de quien se dice tiene la venia de Sánchez, aunque ha perdido fuerza; Juan Larraín, director del Instituto de Éticas Aplicadas y que también sonó en la última elección de rector; Juan Carlos de la Llera, exdecano de Ingeniería y cuyo nombre circuló en medio del periodo anterior, y Roberto González, exvicerrector Académico y docente en la Escuela de Psicología.
Desde ahí en adelante se comenzó a hablar públicamente sobre el tema y mostró internamente a los, entre comillas, candidatos, toda vez que la elección del nuevo rector no es democrática y el nombre, después de un proceso de búsqueda, lo propone al Vaticano monseñor Fernando Chomalí en su calidad de Gran Canciller de la UC.
Pero aunque en los papeles esto es así, en la interna de la institución cuentan que sí han existido instancias donde los nombres han ido transparentando al menos sus intenciones. “Hay algunos profesores que ya se están vistiendo de rector”, cuentan en la casa de estudios. Esto, aseguran en el entorno del aún rector Sánchez, le ha generado cierta incomodidad puesto que le restan varios meses de gestión. “No se ha ido y las formas importan”, exponen en su círculo.
Y mientras eso ocurre, en la PUC se sigue adelante con el proceso formal que dará con el nuevo rector, el que comienza con un comité de búsqueda compuesto por 10 personas: la secretaria general de la PUC, Cristina Fernández; cuatro designadas por Chomalí en su calidad de Gran Canciller de la UC, y cinco académicos electos democráticamente.
Esto último ocurrió el 7 y 8 de agosto recién pasados, donde participaron en la votación 541 (de casi 900) profesores y profesoras titulares y asociados, y tras lo cual las personas elegidas fueron Marjorie Murray (Escuela de Antropología), Jorge Jalil (Escuela de Medicina), Alejandro Jara (Facultad de Matemáticas), Christian Ledezma (Escuela de Ingeniería) y Mario Ponce (Facultad de Matemáticas).
Conocedores de la interna de la institución católica aseguran que en un sector del profesorado hubo cierta desazón tras esta primera etapa, porque la balanza del género quedó 4-1 en favor de los hombres, así como que las áreas de conocimiento representadas no son tan diversas, con ausencia de las ciencias sociales y de las carreras humanistas.
Así se instaló un cierto temor por un comité sin paridad y el murmullo comenzó a pujar para que Chomalí hiciera un gesto y nivelara las cosas con sus cuatro designados, los que según se lee en el decreto de Gran Cancillería N° 45 del 21 de agosto al que tuvo acceso La Tercera terminaron siendo Magdalena Vicuña (Facultad de Arquitectura, Diseño y Estudios Urbanos), Maureen Boys (Escuela de Teatro), Beatriz Contreras (Instituto de Filosofía) y el vice Gran Canciller, sacerdote Osvaldo Fernández de Castro. Así, el comité finalmente quedó compuesto por cinco mujeres y cinco hombres.
¿Qué viene ahora? Cercanos al trabajo del comité reseñan que serían citados por primera vez para esta misma jornada de miércoles, con lo que se establecería el punto de partida para realizar un trabajo de escucha y “las averiguaciones que estime necesarias en todos los ámbitos de la casa de estudios y podrá consultar a cualquier persona cuya opinión considere relevante”, según describe la propia PUC.
En tal sentido, conocedores del proceso señalan que el mensaje para los miembros del comité de parte de monseñor Chomalí, a quien aseguran algunas personas le han hecho saber de su interés por asumir la rectoría, será que deberán buscar a alguien que mantenga los principios que hasta hoy rigen a la UC, con todas las posturas valóricas que ello implica. Pero también que a quien se busque como posible rector tenga la capacidad de desmarcar a la institución de hechos que no tengan que ver con lo meramente académico.
Asimismo, las mismas fuentes señalan que sobre la posibilidad de que una mujer pueda asumir por primera vez como rectora es algo que si bien es prematuro de zanjar, las opciones son ciertas. Y que basta con ver la relevancia que las mujeres adquirieron en la Universidad Católica de la Santísima Concepción, de la cual Chomalí fue Gran Canciller, para creer que esto es posible.
Como sea, lo cierto es que desde su constitución el comité tendrá un plazo de 45 días, prorrogables por 15 más, para elaborar la terna que será entregada al Gran Canciller, quien elegirá entre ellos un solo nombre, el que será presentado a la Santa Sede para su ratificación. Una vez eso ocurre, el Gran Canciller hace público el nombre ratificado por el Vaticano, así como también los otros dos nombres contenidos en la terna.
En procesos anteriores, el mismo comité ha alcanzado a sostener más de 100 reuniones o instancias de escucha con académicos, funcionarios y estudiantes de todas las unidades de la institución, así como directores de centros y decanatos. Es ahí donde se comienzan a ponderar los nombres que van apareciendo. (La Tercera)