Una nueva filtración de una carta, esta vez entre el cardenal Francisco Javier Errázuriz y el sacerdote Fernando Karadima, con fecha de 18 de julio de 2010, reabrió ayer la polémica que rodea al juicio civil de tres denunciantes del ex párroco de El Bosque contra el Arzobispado de Santiago.
La misiva fue publicada por el medio electrónico The Clinic y habría sido dirigida por Errázuriz a Karadima. En ella, según se informó, el prelado acusa recibo de una carta anterior del sacerdote de El Bosque, elogia los beneficios que generaban sus homilías y agradece que las indagaciones del entonces fiscal Xavier Armendariz hubiesen terminado, ya que, supuestamente, se filtraban a la prensa y perjudicaban el nombre de otras personas.
El miércoles de la semana pasada, en el marco del juicio civil que conduce el ministro de fuero Juan Manuel Muñoz, el cardenal Errázuriz, Arzobispo Emérito de Santiago, prestó declaración en calidad de testigo.
En esa instancia, el abogado de los demandantes, Juan Pablo Hermosilla, le consultó por la existencia de esta carta. Concretamente, le preguntó “si recuerda haberle mandado una carta a Karadima en julio de 2010, agradeciéndole al Señor porque se hubiesen terminado las investigaciones del fiscal Armendariz”. La respuesta del cardenal fue breve: “No lo recuerdo”.
Luego, Hermosilla le consultó “si recuerda haberle señalado a Karadima que dicha investigación habría dañado el nombre de tantas buenas personas”.
Errázuriz manifestó que “yo estoy en desacuerdo con el sistema actual de Justicia, que permite que las declaraciones no sean confidenciales, sino que rápidamente aparezcan en la prensa, eso impide recibir más denuncias por el temor a la publicidad. Con respecto a la pregunta, no lo recuerdo”.
Consultado el abogado Hermosilla indicó que “me parece una muestra clara y contundente de que el cardenal Errázuriz ha mentido, y no solamente sobre la existencia de esta carta, sino en cuestiones muy de fondo. Porque, desde nuestro punto de vista, esto comprueba que en julio de 2010, cuando ya existían muchos antecedentes y denuncias, él estaba feliz de que el Estado chileno no investigara penalmente y con que no se supiera nada más. Creemos que él ocultó información y lo sigue haciendo”.
Respecto de la filtración de esta carta, el abogado indicó que “sabíamos de su existencia, en términos generales, pero no la teníamos físicamente, sino que ahora le hemos visto”.