La decisión del Ejecutivo de «incidir» en el proceso de creación de normas transitorias de la Convención Constitucional fue ampliamente comentado esta jornada en los jardines del Ex Congreso, donde funciona hoy el órgano constituyente. Las respuestas fueron diversas, pero en general varios coincidieron en que el Gobierno ayude aportando información para esa etapa, que los constituyentes hoy no manejan.
«El Presidente es el responsable de la billetera fiscal y necesitamos saber cuánto cuestan las reformas, cuánto presupuesto es necesario y en qué tiempo, en cuántos años vamos a poder, de acuerdo a los costos económicos, implementar la nueva institucionalidad«, opinó Pedro Muñoz (Col. Socialista).
«Todo eso tiene costos, plazos y formas de hacerse. ¿Cómo vamos a implementar el nuevo sistema nacional de salud? ¿Cuántos años toma? ¿Cuánto cuesta? ¿Se parte por algunas regiones? Toda esa información no la tiene la Convención, la tiene el Estado y el Ejecutivo tiene un rol que jugar«, complementó el convencional.
«Parece absolutamente razonable», sumó Amaya Alvez (FA). «Habrá datos técnicos, habrá una gradualidad que tiene que ser técnica también. Y quienes conocen mejor eso no necesariamente son las cúpulas del Gobierno, son los funcionarios públicos que llevan 30 años trabajando», respondió Alvez.
No obstante, remarcó que la información técnica «no incide en la toma de decisión local. La toma de decisión es de la Convención. La autonomía de la Convención es relevante y por lo demás ha sido completamente respetada hasta ahora».
En tanto, el constituyente Fuad Chahin (Col. del Apruebo) acotó que «el Ejecutivo tiene que colaborar entregando información. Ellos manejan mucha información, tienen un equipo técnico y tienen que colaborar. Yo creo que la soberbia de esta Convención y el exceso de celo hace que no se vea nada, que nadie nos ayude y al final terminamos metiendo la pata. Es mejor pedir ayuda cuando no se está en condiciones«.
NO HACER «CAMPAÑA»
Sin embargo, enfatizó en que hay una línea que no deberían cruzar, que es la de hacer campaña. «Desde el punto de vista político, el Gobierno tiene una opinión, pero ¿Cuál es el límite? Que no puede descuidar su función que es gobernar y tampoco puede utilizar recursos públicos para una posición política», aseveró Chahin.
En eso mismo coincidió el constituyente Ruggero Cozzi (RN), quien también valoró la posibilidad de que el Ejecutivo ofrezca información, pero no traspasando su rol. «Hace falta escuchar a los expertos, también a las instituciones que están siendo refundadas. Pero sí hay que hacer una clara advertencia: el Gobierno tiene que prescindir políticamente de hacer cualquier campaña electoral y ahí marcamos una línea roja. Chile tiene suficientes problemas en el norte con la crisis migratoria, en el sur con el conflicto en La Araucanía, el alza del costo de la vida, para que el Gobierno haga campaña política en vez de gobernar», dijo Cozzi.
Asimismo, Carol Bown (UDI) argumentó sobre el contenido de las transitorias en las que podría incidir el Ejecutivo que «si las normas que están siendo aprobadas son tan buenas como sostiene la mayoría de los convencionales, deben entrar en vigencia lo antes posible. Si no son tan buenas, si son malas o tienen algún problema, la solución de las transitorias es solo alargarle la mecha a la bomba y esperar que explote en un tiempo más en vez de al tiro».
En concreto, sobre las palabras del ministro Giorgio Jackson el fin de semana acerca de cuándo se podrían elegir las nuevas autoridades, Bown remarcó que «lo que establece la Constitución vigente que entrega las normas que nos rigen es que aquellas instituciones que cambien radicalmente deben volver a elegirse. Si estamos tan convencidos de que hay que terminar el Senado, bueno, elecciones de inmediato. Alcaldes, concejales, Presidente. Porque para cuidarle la pega a los amigos, no?«. (Emol)
