A más de un mes del triunfo de Sebastián Piñera en la segunda vuelta presidencial, la última versión del Barómetro de la Política a cargo de CERC-MORI confirma que el electorado chileno se corrió a la derecha y que este sector protagoniza su propia renovación.
Y es que de acuerdo a los datos arrojados por el sondeo, entre diciembre de 2016 y diciembre pasado se duplicaron los chilenos que se identifican con la derecha, disminuyendo quienes lo hacían con el llamado centro y principalmente quienes no se ubicaban en ningún lado del espectro político, (ver gráfico).
“Lo que hizo la campaña presidencial fue conquistar votos y traerlos a la derecha desde el centro, además de conquistar votos de aquellos que no estaban en ninguna parte del espectro político, que es lo más interesante e inesperado de la elección presidencial”, destacó la directora de MORI-Chile, Marta Lagos, quien de paso hizo su propio mea culpa, al reconocer que fue “un error “ haber dicho que Piñera podía ganar en primera vuelta, pero es que –aclaró- “habían muchos indicadores que mostraban cómo la derecha se estaba consolidando a lo largo de la presidencial”.
En ese sentido, la experta puntualizó que hoy “la derecha conforma un conjunto de personas, por primera vez desde el inicio de la transición (…), y por eso ya no es el gobierno post Pinochet, de la UDI, es un gobierno de la gente que se declara de derecha”.
De hecho en el estudio se plantea a modo de conclusión que “el segundo gobierno de Sebastián Piñera puede ser el primer gobierno de la derecha propiamente tal, una derecha a secas. Sin padrinos”.
En esa línea, Lagos recordó que durante los cuatro gobiernos de la Concertación lo que había era más bien “una oposición política de partidos de derecha, pero que no tenían un respaldo popular como el que consigue Piñera en esta elección”.
Y que mientras en los 4 gobiernos de la Concertación el promedio de gente que ubicaba en la escala izquierda- derecha era de 4,9, hoy esa cifra está en 5,2, “es una pequeña diferencia pero si hay una corrida hacia la derecha, este es un espectro continuo y hay un movimiento hacia la derecha, sin duda”, sentenció.
Por lo mismo, llama la atención cuando se consulta sobre la evaluación de la elección que “un 22% de los chilenos declara haber votado por un sector en una elección y por otro en la segunda elección. Es decir uno de cada cinco personas cambió su voto entre las dos elecciones. Lo que es un indicador del grado de desideologización del votante y de la importancia de la persona del candidato por sobre otros factores”.
En línea con el dato de los votos cruzados, la directora de MORI Chile advierte el peligro de la personalización de la política, consecuencia –entre otros factores, dice- del voto voluntario, ya que sería el camino para la formación de caudillos y la elección de populismo. A lo que se suma la mala evaluación de los partidos políticos, de hecho solo un 12% de los encuestados reconoce haber votado por RN, lo que coincide con haber sido la tienda con el mejor desempeño en las pasadas parlamentarias, y el resto de las tiendas obtiene menciones que se ubican en el margen de error del estudio. (DF)