El 26 de marzo un grupo de 12 personas encapuchadas, que dicen ser miembros de la comunidad pehuenche (mapuches que habitan zonas cordilleranas de la región del Biobío), ocuparon por la fuerza el fundo San Miguel de Callaqui, en el sector de Alto Biobío, octava región de Chile. El lugar fue comprado en 1977 por el suizo Otto Wild y estaba habitado por su esposa, su hijo y la familia de su hijo. Luego de la ocupación se instruyó un desalojo el pasado 7 de abril, pero a las pocas horas los encapuchados armados volvieron a tomar posesión del lugar.
Este 4 de abril, la casa de los Wild fue incendiada, y el gobierno chileno anunció una querella por lo ocurrido. Frente a esta situación, las colectividades suizas de Concepción, Los Ángeles, Temuco, Valdivia y Osorno hizo llegar una carta a la Organización de Suizos en el Extranjero y a la embajada de Suiza en Chile, para que ese país se entere de lo que enfrentan varios descendientes de colonos suizos en el sur de Chile y eventualmente intervengan resguardando el bienestar de estas personas.
«Como colectividades suizas somos descendientes de colonos y al ver la dramática situación de Otto Wild, con su fundo en manos de encapuchados, que no sabemos con certeza si se trata de mapuches, decidimos actuar frente a la vulneración de los derechos humanos de esta familia que ha perdido el lugar donde vive hace más de 40 años. Nuestro objetivo con esta carta y solicitud es llegar a Suiza y que esto se sepa. Nosotros apuntamos a que ayuden a sus compatriotas, porque los países deben preocuparse de su gente, y como el gobierno chileno no hace nada al respecto decidimos apelar a una ayuda humanitaria por parte de la embajada y de la comunidad suiza. Hasta ahora sabemos que la embajada ha estado cerca de la familia Wild», cuenta la representante de la colectividad suiza de Concepción.
MACROZONA SUR: GRAN DESAFÍO PARA BORIC
Las ocupaciones de fundos en la octava y novena región de Chile, si bien no ocurren todos los días, tampoco son hechos aislados. La pugna por la recuperación de territorio por parte de los mapuches es un proceso que lleva muchos años y que ha tenido episodios bastante oscuros. En la actualidad, y con la llegada del Gabriel Boric al gobierno, la situación está lejos de calmarse o de acercarse a un entendimiento porque existe una parte de los indígenas que tomaron las armas hace tiempo y actúan con violencia, alegando que sus peticiones no han sido escuchadas por ninguno de los gobiernos que ha dirigido Chile.
Con Boric parecía que el dialogo podría abrirse camino, sin embargo las cosas no han marchado bien en la llamada macrozona sur. De hecho, representantes de las comunidades mapuches de Loncoche (novena región) condicionaron el diálogo con el Gobierno, exigiendo la liberación de los denominados «presos políticos mapuches», el retiro de las empresas forestales y la devolución de tierras. Anunciaron que al cabo de un plazo de 6 meses ejercerán el control territorial, es decir, actuarán con las ramas armadas de los mapuches para tomar los fundos emplazados en lo que ellos consideran el Wallmapu (territorio mapuche). Algo que la administración actual rechazó categóricamente.
Para la diputada Flor Weisse, parlamentaria por la zona donde se encuentra el fundo de los Wild, «lo que ha ocurrido es una violación al derecho de propiedad, la situación actual de violencia está en una nueva fase. Hay una ineficiencia en la protección de las personas que demuestra que el terrorismo sigue imperando en este caso”.
La parlamentaria del partido de derecha Unión Demócrata Independiente (UDI), considera que la medida adoptada por las comunidades suizas puede ser un canal de apoyo, aunque cuidando la soberanía chilena. «Cualquier medida que ayude a llegar a un diálogo y a la paz es positiva. Ahora, esto debe solucionarse con el funcionamiento del Estado de derecho en nuestro país, algo que no ocurre lamentablemente. Por eso, si hay más voces que puedan opinar y ayuden a avanzar en este tema por supuesto que es bienvenido, pero tiene que haber un respeto a la soberanía de Chile”, señala.
CORRESPONSABILIDAD HELVÉTICA
El llamado a la embajada suiza tiene un trasfondo mucho más profundo para los pehuenches porque con esto se logra visibilizar la corresponsabilidad de naciones europeas en el despojo de tierra mapuche en la época de la post colonización de la Araucanía, es decir, este caso se podría convertir en la punta de lanza de una problemática internacional.
Así lo explica Aucán Huilcamán, líder mapuche en Chile: «En este caso se está pidiendo que la embajada suiza participe del conflicto, lo que para nosotros es un antecedente extremadamente relevante porque nos da la oportunidad de abordar la responsabilidad que tiene la Confederación Helvética (Suiza) en lo que fue el despojo de tierra post pacificación de la Araucanía. En ese entonces (1890) los suizos pusieron como condición la seguridad de sus conciudadanos al llegar a la tierra de los indios. Eso significó la militarización del territorio mapuche porque la única manera de ofrecer seguridad eran las fuerzas militares. Hoy es Carabineros, pero a partir de eso se configuraron nuevas unidades militares».
Al igual que las comunidades suizas, Huilcamán anuncia que los pehuenches presentarán también una nota en la embajada suiza en Santiago de Chile para que este país «asuma su corresponsabilidad en el despojo de tierra, que finalmente nos tiene con las actuales tensiones y controversias en el sur de Chile, algo que no es exclusivo de Suiza, también hicieron lo mismo Alemania, Italia y Francia. Este caso en Callaqui va a dar lugar para una posible contienda internacional y da cuenta que la problemática mapuche tiene elementos de orden internacional y no se puede resolver tan simplemente porque hay otros países que también están involucrados y este es el mejor ejemplo”, concluye el vocero del Consejo de Todas las Tierras. (DW)