En un documento de 80 páginas se plasmaron los alcances del convenio que firmó este jueves, a las 11.00, el canciller Teodoro Ribera con la coordinadora residente del sistema de Naciones Unidas en Chile, Silvia Rucks, que corresponde al cuarto acuerdo Marco de Asistencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo (Undaf) con el gobierno chileno, herramienta que fija las acciones con las que se regirán las 19 agencias que tiene el organismo en el país, entre ellas, la OIT, OMS y Acnur.
El tema estaba pendiente desde diciembre pasado, y luego de siete meses de negociaciones se alcanzó un consenso en más de diez áreas en las que la ONU colaborará. De acuerdo a la Cancillería, este texto -que tiene una vigencia de cuatro años- será el primero que se adopta bajo el prisma de la agenda 2030.
El Undaf se negoció entre las 19 agencias del sistema de la ONU que están en Chile y 21 ministerios. “Constituye un acabado ejercicio de diagnóstico y prospección entre los distintos ministerios y las agencias de Naciones Unidas para identificar aportes que estas últimas pueden entregar a Chile, a través de la asistencia técnica, en el conocimiento de experiencias comparadas y de buenas prácticas para fortalecer las capacidades del sector público y la sociedad civil. Es un ejemplo concreto del compromiso con el multilateralismo y su aporte para mejorar la calidad de vida de nuestros conciudadanos”, dice el canciller Ribera.
Así, entre las diferentes áreas que se incluyeron, la ONU negoció con el Ministerio del Interior la incorporación de la colaboración en el área de migración, con el objetivo de fortalecer el cumplimiento de tratados y acuerdos que ha adquirido Chile sobre la materia. Ese punto no fue de fácil negociación, debido a que -de acuerdo a quienes han conocido el proceso- hubo diferencias entre el organismo y la cartera. Y agregan que, por la misma razón, fue “tratado de manera cuidadosa”.
Finalmente, en el Undaf -que se suscribirá luego que el gobierno incrementara la proyección de venezolanos que quieren ingresar a Chile y en medio de las medidas que está tomando al respecto- se señala que los nuevos flujos migratorios “exigen una legislación moderna que debe equilibrar el legítimo derecho del Estado y sus ciudadanos de normar la forma en que los extranjeros ingresan y permanecen en el país, con el respeto y garantía de los derechos fundamentales de los migrantes y la mitigación de los riesgos asociados con el movimiento de personas, para así reducir la migración irregular”.
Este punto es relevante para el gobierno, ya que, según fuentes del Ejecutivo, la ONU reconoce el “principio rector” de la política migratoria de Chile. De igual manera, en el documento se afirma que, entre las estrategias de la ONU en el área de desarrollo institucional, se propone “acompañar al Estado en la protección a los refugiados, en el marco de los instrumentos internacionales aplicables suscritos por el Estado y que se encuentren vigentes” con el fin de fortalecer y apoyar a las comunidades de acogida.
Asimismo, se plantea “acompañar al Estado en sus esfuerzos para la prevención y reducción de la apatridia, en el marco de los instrumentos internacionales aplicables suscritos por el Estado y que se encuentren vigentes”. Y también se recomienda fomentar el aumento de nivel de participación laboral de personas inmigrantes.
Sobre las diferencias en el proceso, Rucks señaló a La Tercera que es algo común en las negociaciones. “El tema de la migración es un tema que moviliza a nivel mundial, es un fenómeno que, en el caso actual en la región, no tiene precedentes. Entonces, tomó un poco más de tiempo consensuar las acciones y las estratégicas, de tal manera en que nosotros pudiéramos poner a disposición, como sistema de Naciones Unidas, las capacidades que son requeridas para dar respuesta a este fenómeno, particularmente en el caso de Chile, que es uno de los países que está teniendo mayor impacto en este momento por la migración venezolana”, dijo.
Además, añadió: “Estamos tratando de resaltar esta parte de la cara positiva de la migración”. En cuanto a la política migratoria que está impulsando el Presidente Sebastián Piñera, la representante de la ONU indicó que “en general, se ve con muy buenos ojos muchas de las decisiones que está tomando el gobierno chileno (…). Hay un agradecimiento y hay un reconocimiento a Chile, a su gobierno, pero también a su sociedad por la generosidad y solidaridad que está demostrando”. De todas formas, sostuvo -sin precisar- que “tenemos observaciones y recomendaciones”.
EQUIDAD, GÉNERO, MEDIO AMBIENTE Y DD.HH.
En el acuerdo Undaf también se aborda la equidad de género, medio ambiente, derechos humanos y desarrollo social. En cuanto a lo primero, se señala la idea de “incorporar la perspectiva de género en todo el trabajo”, con el objetivo de lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el ejercicio de derechos y en su participación como agentes del desarrollo.
Sobre medio ambiente, además, se identifican seis áreas que “permitirán avanzar hacia la integración del medio ambiente en el Desarrollo Sostenible, de acuerdo a la visión que tiene el Sistema de Naciones Unidas: resiliencia, mitigación y adaptación al cambio climático; biodiversidad y servicios ecosistémicos; aire y agua; transición energética; gestión de riesgos por desastres de origen natural; e institucionalidad ambiental”. (La Tercera)