La mayoría de los chilenos se ven a si mismos “más blancos y menos sucios” y acusan a los inmigrantes como “desaseados” en un claro mensaje de como la discriminación racial se manifiesta en este país, según un informe del Instituto Nacional de derechos Humanos (INDH), difundido hoy.
Si bien esto último es transversal, el estudio añade que el tema se acentúa en las personas mayores (20,2%), en la zona norte (17,3%) y en la región metropolitana de Santiago (24,7%).
Además, un 68,2% de la población está de acuerdo con medidas que limiten el ingreso de los inmigrantes a Chile, opinión que se acentúa entre las personas de menor nivel socioeconómico, los hombres, las personas mayores de 65 años y entre quienes residen en el norte del país.
También los chilenos se creen “más blancos que otras personas de países latinoamericanos”, añade el estudio que advierte de como la segregación se está asentando en la opinión pública.
Por otro lado, un 47,1% de los entrevistados cree que “los inmigrantes les quitan el trabajo a los chilenos”.
“El hecho que la idea de limitar el ingreso a las personas inmigrantes tenga mayor eco en los sectores más vulnerables del país, que usualmente tienen menor nivel educativo y acceden a trabajos más precarios, podría abonar la percepción de competencia en el mercado laboral, en particular respecto de inmigrantes con menor calificación”, señala Marcela Molina, abogada de la Unidad de Estudios del INDH.
Chile acoge actualmente a más de medio millón de inmigrantes, especialmente peruanos, haitianos, venezolanos y colombianos.
En total, la población extranjera en Chile aumentó un 4,9% en promedio por año, lo que le sitúa por delante de México (4,2%) o Brasil (3,8%), países que se han caracterizado a lo largo de la historia por recibir a mayor número de inmigrantes.
Según el estudio, también los chilenos se creen superiores. Más de un tercio de la población piensa que la mayoría o gran parte de los chilenos se consideran “más desarrollados que otros pueblos de América Latina”, opinión que se acentúa en el centro del país (44,2%) y en la región metropolitana de Santiago (40,8%), de 7,1 millones de habitantes.
Según el INDH, una situación similar ocurre con la idea de que “somos mejores porque migramos menos”, que alcanza un 23,7% a nivel nacional, pero aumenta de manera significativa en la zona centro del país (54%).
Y aunque la peligrosidad no es una característica que se atribuya en mayor medida a la población inmigrante más que a la chilena (11,7 % frente a un 17,5%), se trata de una percepción que aumenta significativamente en la zona norte del país (22,4 % contra 7,4 %, respectivamente).
No obstante, cifras oficiales establecen que sólo un 1% de los inmigrantes ha sido detenido por cometer delitos, “lo que muestra que la percepción de que ha aumentado la delincuencia con la migración no tiene asidero, y más bien podría reflejar una manifestación racista de la sociedad chilena”, añade el estudio del INDH.
En contraste, la mayoría de las personas encuestadas ha presenciado o conocido de ataques contra los inmigrantes como menosprecio (76%), intimidaciones (78,3%), golpes (69,5%), agresiones sexuales (44,5%) e incluso asesinatos (51,9%).
Para el informe, el INDH encuestó a 2.047 personas, hombres y mujeres mayores de 14 años, residentes en todas las regiones del país, como muestra representativa de la población objetivo a nivel nacional. (La Tercera-EFE)