La economía de China está mostrando señales adicionales de enfriamiento mientras Estados Unidos se prepara para imponer aranceles aún más duros, luego de que la inversión en los primeros siete meses del año se ralentizó a un mínimo histórico y las ventas minoristas se debilitaron, mostraron datos el martes.
El crecimiento de la inversión en activos fijos se desaceleró más que lo esperado a un 5,5% entre enero y julio, lo que subraya el debilitamiento de la demanda interna y en la confianza empresarial a medida que la guerra comercial con Estados Unidos se suma a las presiones domésticas por la campaña de Pekín contra el endeudamiento y la polución.
El ritmo de inversión fue el más débil desde que hay registros que partieron a inicios de 1996, según datos de Reuters Eikon. La inversión se esperaba que creciera un 6,0 por ciento en los primeros siete meses del año, estable desde enero a junio.
Las ventas minoristas aumentaron un 8,8 por ciento en julio respecto al mismo mes del año anterior, por debajo de una previsión de una ganancia de un 9,1 por ciento y un descenso desde el 9,0 por ciento de junio.
La producción industrial no se aceleró como se esperaba y sólo creció un 6,0 por ciento en julio, dijo la Oficina Nacional de Estadísticas. Esto incumplió las estimaciones de los analistas de un aumento de un 6,3 por ciento y fue estable respecto al incremento de un 6,0 por ciento en junio.
Mientras que las lecturas recientes sobre comercio e inflación hasta ahora solo han mostrado un impacto limitado de la guerra comercial con Washington, hay una creciente preocupación de que la escalada en las disputas pueda generar una desaceleración mayor que la prevista hace solo unos meses en la segunda economía más grande del mundo.
China y Estados Unidos se han aplicado una serie de aranceles sobre los bienes de cada uno en julio y agosto, y se prevé que la próxima semana anuncien tarifas adicionales.
En uno de los pocos puntos brillantes en los datos, la inversión en activos fijos del sector privado se fortaleció un 8,8 por ciento entre enero y julio, en comparación con un aumento de un 8,4 por ciento en la primera mitad del año. La inversión privada representa aproximadamente el 60 por ciento de la inversión total en China.
Pero el crecimiento del gasto en infraestructura, un poderoso motor económico el año pasado, se desaceleró al 5,7 por ciento en los primeros siete meses del año, en comparación con un aumento del 7,3 por ciento entre enero y junio. (Pulso Reuters)