Hace un cuarto de siglo que los índices del crecimiento económico anual no eran tan malos en China, la segunda economía más grande del mundo.
El año pasado, la economía china creció un 6,9%, frente al 7,3% de 2014, cuando empezó a hacerse clara la desaceleración del gigante asiático.
A principios de año, Pekín se trazó como objetivo un crecimiento oficial de «alrededor del 7%».
La meta no fue alcanzada e incluso existen algunos analistas económicos que señalan que los indicadores reales son inferiores a los publicados por las instituciones oficiales chinas.
Frente a ello, recientemente Pekín negó que los números estén inflados.
Después de experimentar un rápido crecimiento durante más de una década, la economía de China atraviesa una dolorosa desaceleración desde hace dos años.
El menor crecimiento de la nación asiática, vista como el motor de la economía global, es una preocupación importante para los inversores de todo el mundo.
La desaceleración llevó al gobierno central chino a impulsar una economía liderada por el consumo y los servicios, en lugar de un modelo centrado en las exportaciones y la inversión.
El primer ministro Li Keqiang afirmó que la tasa de crecimiento más lenta será aceptable siempre y cuando hayan sido creados suficientes empleos nuevos.
Sin embargo, la gestión de esta transición está tardando más de lo estimado.
«La economía está en proceso de estabilización, pero no se ha estabilizado aún», explicó Liao Qun, economista jefe de Citic International Bank en Hong Kong, a la agencia AFP.
INYECCIÓN DE LIQUIDEZ
El Banco Popular de China (BPCh, central) anunció hoy martes que inyectará alrededor de 600.000 millones de yuanes (unos US$ 91.000 millones) para garantizar la liquidez del mercado monetario de cara a las vacaciones del Año Nuevo Lunar (8 de febrero) en el que se prevé un aumento del consumo en el país.
La inyección se realizará a través de tres canales: «créditos permanentes», «créditos a medio plazo» y «préstamos suplementarios con garantías», señaló la entidad en un comunicado de su web oficial.
Con la medida, apunta el BPCh se espera que la liquidez en el mercado bancario nacional se mantenga a niveles «adecuados y razonables» en las vacaciones que se inician el 8 de febrero y para la mayoría de los chinos duran una semana.
La semana pasada el BPCh ya inyectó 100.000 millones de yuanes (US$ 15.180 millones) en el mercado nacional a través de nueve entidades financieras, 10 días después de que se anunciara una operación similar para reducir problemas de falta de liquidez