Si en el 2007 Jean-Marie Le Pen sacó un 10,4% de los votos en la primera vuelta de la elección presidencial en Francia, el año pasado su hija, Marine Le Pen, obtuvo sobre el 21% de los sufragios y accedió a segunda vuelta.
En las elecciones federales de Alemania el 2017, el partido ultraderechista Alternativa para Alemania logró casi 6 millones de votos, prácticamente triplicando su votación con respecto al 2013.
Partidos de similar tendencia han experimentado avances en otros países europeos como Italia, Hungría, Austria, entre otros.
Parte del este resurgimiento electoral ha tenido como damnificados a los partidos de derecha moderada, los cuales han visto mermar su votación en desmedro de alternativas extremas.
ACCIÓN REPUBLICANA Y EL CASO CHILENO
Este fenómeno que se vive en Europa no produce mayor resonancia entre los partidos que conforman Chile Vamos.
La creación de Acción Republicana, movimiento conformado por José Antonio Kast y que tuvo su inauguración el pasado 19 de abril con presencia de militantes de Chile Vamos, parece aún no ser motivo de preocupación en la mayoría de los partidos de la coalición de gobierno.
«A mí me parece que es bueno que existan más movimientos y más partidos en la medida en que reflejen distintas tendencias», señaló Felipe Cisternas, secretario general de RN.
En esa misma línea se encuentra Francisco Undurraga, presidente de Evópoli, quien consideró «muy loable que se generen movimientos políticos -aunque de inmediato señaló que-, claro que las posiciones políticas de José Antonio Kast no son las mismas mías».
Ante la posibilidad de que miembros de Chile Vamos tengan una doble militancia con Acción Republicana, Undurraga señaló que «si hay mella en otros partidos, será materia de preocupación de otros».
Dispar opinión tiene Eduardo Salas, presidente del PRI, quien si bien dijo que «es prácticamente imposible que la ultraderecha se coma el electorado de la centroderecha», reconoce que «sí es posible que sea una amenaza para la derecha propiamente tal, para la derecha más dura que existe en alguna medida en RN y la UDI».
La presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, considera a Acción Republicana «un movimiento de nicho en donde hay muchos del mundo evangélico y probablemente bastante del mundo militar«. Consultada sobre si existe preocupación por una posible fuga de militantes, la senadora señaló: «Yo fui atleta, fui campeona nacional y lo que yo sé es que cuando uno quiere ganar y crecer tiene que mirar para adelante y no para el lado». (El Mercurio)
