El cobre no deja de perder terreno, traspasando este viernes el piso de los US$2,90 por libra por primera vez desde mediados de agosto del año pasado, mientras los inversionistas siguen mirando con preocupación las tensiones comerciales que amenazan el crecimiento mundial.
Según cifras de Cochilco, la principal exportación del país retrocedió un 1,15% en la Bolsa de Metales de Londres, contrayéndose hasta los US$ 2,86943 por libra. Con esto, el cobre anotó su décima joranda consecutiva a la baja, manteniendo encendida su racha bajista más extensa desde noviembre de 2015.
Los futuros también arrojan señales de debilidad: los contratos a septiembre y diciembre de este año ubican el precio para los próximos trimestres bajo los US$ 2,85, tras caídas de 0,21% y 0,14% respectivamente.
La clave de la depreciación del cobre son los temores del mercado sobre las implicaciones de la guerra comercial entre las principales potencias del mundo, con aranceles contra China que se concretaron hoy en EEUU y amenazas de impuestos entre el gigante estadounidense y la Unión Europea.
TERMÓMETRO DE LA ECONOMÍA
El cobre es considerado un termómetro de la economía mundial y, según Bloomberg, está emitiendo una estridente señal de advertencia respecto a las expectativas para el crecimiento económico tras el inicio de los aranceles.
En sólo 10 días de caídas sin cesar, el metal rojo ha perdió un 7,1% de su valor.
«El cobre se ha convertido en el pararrayos de las preocupaciones sobre el crecimiento económico en medio de la creciente disputa comercial», dijo en un informe Australia & New Zealand Banking Group Ltd., aunque sugirió que a pesar de que había indicios de una ralentización de la expansión, el declive reciente del metal era exagerado.
El jueves, el índice de metales LMEX tocó el nivel más bajo desde agosto de 2017, y la mayoría de los metales básicos perdieron terreno el viernes.
«Sentimos que el mercado está sobrevendido», dijo ANZ, refiriéndose al cobre.
«Las interrupciones en el suministro siguen siendo un peligro, y los cambios en los patrones de consumo de China harán que la demanda de cobre refinado se mantenga fuerte. Si la tensión del comercio disminuye, cabría esperar una recuperación enérgica de los precios del cobre en la segunda mitad de 2018».
El gobernador del Banco de Inglaterra, Mark Carney, dijo en la víspera de la entrada en vigor prevista de los aranceles que el incremento del proteccionismo afectará los flujos comerciales, aumentará los costos de las importaciones y tendrá un impacto en la confianza, la inversión y la demanda.
DÓLAR ESTABLE
El último dato de empleo en EEUU se ubicó por sobre lo que el mercado anticipaba, con una creación de 213.000 trabajos, pero el dólar a nivel internacional se depreciaba. Y en esa línea, el cruce de monedas local caía con él.
El tipo de cambio abrió la sesión en $655,1, es decir, $1,7 por debajo del cierre de ayer.
Esto en un contexto global en que el dólar multilateral, medido a través del Dollar Index –un índice que refleja los movimientos de la divisa estadounidense frente a una canasta de seis monedas del mundo–, perdía terreno. Pasadas las 8.30 horas, el indicador caía un 0,35%, rumbo a su cuarta jornada consecutiva a la baja.
El efecto en las monedas emergentes se hacía sentir, con este segmento subiendo casi en bloque, con sólo un puñado de divisas –lideradas por el real brasileño– perdiendo terreno ante el dólar.
Durante el día, se podría generar volatilidad en el mercado cambiario local, considerando la coyuntura del dato laboral estadounidense. Esto porque un fortalecimiento del mercado laboral podría inducir a una estrategia de normalización de política monetaria por parte de la Reserva Federal de EEUU, es decir, un alza de tasas de interés más rápido de lo que se tenía anticipado.
Por el otro lado, la publicación de las minutas de la reunión de junio de la Fed manifestó la preocupación de los oficiales del central estadounidense por los crecientes riesgos comerciales, reforzando la narrativa de gradualidad en la subida de tipos de interés, lo que podría deteriorar la escalada del dólar. (DF)