El ministro de Justicia de Colombia reconoció este sábado la responsabilidad del Estado por la «masacre» que sufrió la localidad de Trujillo (Valle del Cauca) entre 1988 y 1991, en el marco del conflicto armado que azota el país hace más de medio siglo.
«No olvidamos los graves sucesos ocurridos hace 24 años en Trujillo y como Estado hoy pedimos perdón», dijo el ministro Yesid Reyes en un «acto público de reconocimiento de responsabilidad» en esa localidad, epicentro de los enfrentamientos entre paramilitares de derecha, guerrillas de izquierda y fuerzas públicas con fuertes consecuencias sobre la población civil.
Entre el 28 de octubre de 1988 y el 5 de mayo de 1991, los habitantes de Trujillo sufrieron amenazas, desapariciones forzadas, torturas, detenciones arbitrarias y ejecuciones extrajudiciales, según un comunicado difundido por el Ministerio de Justicia.
Con la petición de perdón, el gobierno atendió a decenas de familias que esperaban una respuesta del Estado desde hace más de 20 años, por un caso de violación de derechos humanos asumido por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Los municipios vecinos de Trujillo, Bolívar y Riofrío, también vivieron un «escenario de violencia múltiple» que se extendió de 1988 a 1994 y que dejó 342 víctimas de homicidio, tortura y desaparición forzada, según el Centro Nacional de Memoria Histórica.
El organismo estatal considera que quedaron impunes casos de masacres y torturas con «el uso de motosierras para desmembrar aún vivas a las víctimas, los hierros candentes introducidos en los cuerpos y la aplicación en las heridas abiertas».
El conflicto colombiano al que el gobierno de Juan Manuel Santos busca poner fin con diálogos de paz con las guerrillas FARC y ELN comenzó como una sublevación campesina en los años 60 y deja ya 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,8 millones de desplazados. (La Tercera AFP)