Llevan años dando una lucha sin cuartel para defender el borde costero de Viña del Mar. El comité por la Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar se ha convertido en estos años en el principal opositor a la construcción del Hotel Punta Piqueros, de propiedad de la inmobiliaria del mismo nombre, un recinto hotelero de 5 estrellas que sería operado por Intercontinental Hotels Group. El edificio, cuyas obras gruesas están paralizadas desde el 2013 se encuentra asentado sobre el peñón Orejas de Burro, a un costado de la avenida Borgoño, en un sector de altas marejadas y que según la Onemi se encuentra en una zona vulnerable ante amenaza de tsunami.
El documento emitido por la Onemi el 19 de junio pasado es una respuesta al oficio enviado por el Comité de Defensa del Patrimonio en julio del año pasado a la Presidenta Bachelet, al Ministro del Interior y a la Oficina Nacional de Emergencia (Onemi).
Casi un año después, en el oficio 1318, la Onemi responde al Ministro del Interior que «este (hotel) se encuentra situado en una zona vulnerable ante amenaza de tsunami, lo anterior por estar dentro de la zona bajo la cota de los 30 metros s.n.m. y que se ha establecido como zona de riesgo ante este tipo de amenaza».
Esta consideración de parte de la Onemi forma parte de los principales argumentos contra el megaproyecto turístico de Concón, cuyas obras originalmente fueron paralizadas en virtud de un fallo de la Corte Suprema que detuvo las obras hasta no contar con un estudio ambiental, principalmente por el eventual daño que podría causar por su cercanía con los santuarios naturales Dunas de Concón y la Roca Oceánica.
El año pasado el Servicio de Evaluación Ambiental emitió una Resolución de Calificación Ambiental en que sostenía que las medidas de mitigación planteadas por la inmobiliaria permitían la continuidad del proyecto turístico.
El Comité por la Defensa del Patrimonio, por su parte, sostiene que el RCA es insuficiente y que se necesita un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) por la capacidad total de la edificación del Hotel Punta Piqueros, sosteniendo además que «el proyecto Punta Piqueros comenzó su construcción cuando ya estaba judicializado en la Corte de Apelaciones (2011) y que parte de lo denunciado ante la Corte se refería precisamente a la carencia de un EIA previo, en un lugar protegido.»
Para este lunes está fijada una sesión del Comité de Ministros para que resuelva la situación del proyecto con los antecedentes recogidos a la fecha. Para los opositores del proyecto, la sesión debiera ser suspendida ante el peligro que se tomen decisiones sin contar con todos los antecedentes técnicos.
«Actualmente se desconoce los graves impactos ambientales que el Punta Piqueros provocará en la zona de influencia del proyecto, y se limita a hacer una impresentable observación de un área puntual, básica, y carente de toda rigurosidad técnica, además de dañar el entorno y destruir el peñón rocoso; significa un riesgo para quienes lo habiten, sin vías de evacuación eficientes ante un tsunami e incluso grandes marejadas y sin contar con los accesos para bomberos en caso de un siniestro», señaló Ángel Alberti, coordinador general del Comité de Defensa del Patrimonio Histórico y Cultural de Viña del Mar.
De acuerdo a lo informado en la página oficial del proyecto, Punta Piqueros es mucho más que el edificio mismo, ya que contempla una inserción comunal y regional significativa, con «una visión y estrategia país en el desarrollo de un turismo sustentable».
El proyecto, único en la costa del Pacífico, sostienen que será un ícono regional por su forma de insertarse amigablemente con el medio ambiente.