Las bolsas chinas cerraron hoy al alza una sesión muy volátil en la que remontaron a última hora las grandes pérdidas que habían registrado durante la mayor parte de la jornada y que volvieron a sacudir los mercados internacionales.
Tras las caídas de más de un 6% de este martes, el índice general de la Bolsa de Shanghái, el indicador de referencia en los parqués del gigante asiático, avanzó un 1,23 % al cierre de hoy, y el de la Bolsa de Shenzhen, la segunda del país, otro 2,18 %.
Aunque ambos parqués terminaron el día al alza, nada hacía pensar que algo semejante podría ocurrir a media sesión, cuando las pérdidas superaban el 3% en Shanghái y también se acercaban a esa cifra en Shenzhen.
En ese punto se empezó a suavizar el desplome de las bolsas chinas, que en algunos momentos de la mañana rondó el 4 %, con lo que, sumado al batacazo de la víspera, llegaron a registrar retrocesos de más de un 9 % en el acumulado de las últimas dos jornadas.
Con esas noticias cerraron parqués asiáticos como Tokio, donde el selectivo Nikkei cayó hoy un 1,61 % arrastrado por la preocupación sobre la segunda economía mundial, o Seúl, que también vio un descenso de un 0,86 % en el índice referencial Kospi.
En la Bolsa de Hong Kong, una plaza especialmente sensible al devenir de China, las dudas llevaron al índice de referencia, el Hang Seng, a restar un 1,31 %, lo que lo situó en su cotización más baja de los últimos ocho meses, desde diciembre.
El pesimismo sobre el gigante asiático lastró, asimismo, la apertura de las principales bolsas europeas, y Madrid, París, Milán, Lisboa, Londres y Fráncfort empezaron a la baja una sesión en la que también estarán pendientes de la publicación de las actas de la reunión de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed).
El ánimo de los inversores chinos pareció mejorar después de la media sesión y la cotización de las bolsas fue moderando sus pérdidas para terminar con ganancias sólidas.