El fiscal general, Jesús Murilo, confirmó que por medio de las pruebas periciales y científicas los 43 estudiantes de Ayotzinapa, desaparecidos en México, fueron asesinados e incinerados en un basurero del Municipio de Cocula.
En una conferencia de prensa en la capital del país, confirmaron esta información un día antes del anviersario a 4 meses del suceso, en el que miles de personas marcharon para pedir justicia para los 43 jóvenes.
Por medio de 487 dictámenes periciales, 386 declaraciones y dos reconstrucciones de hechos, el fiscal confirmó que «ha quedado acreditado de un modo contundente» que los jóvenes fueron privados de la libertad por policías de Iguala y asesinados, incinerados y arrojados al río San Juan.
Murillo declaró que los normalistas «fueron muertos en las circunstancias descritas» por los detenidos, ya que las pruebas periciales confirman que fueron quemados en una hoguera que alcanzó los 1.600 grados centígrados.
El fuego de más de 12 horas hizo que la mayoría de los restos que hallados en bolsas de basura junto al río y en el lugar de la hoguera quedaran tan dañados que no se pudieron reconocer ni siquiera genéticamente. De estos restos, 17 fueron enviados a un laboratorio de Austria, siendo los que tenían mayor posibilidad de ser reconocidos.
Los forenses identificaron a sólo uno de los estudiantes, Alexander Mora, por lo que los otros 16 restos van ser sometidos a una técnica más específicas, el fiscal dijo que estos resultados tardaran más tiempo.
Antes de ser quemados, los estudiantes que llegaron vivos al basurero fueron asesinados, entre 15 y 18 murieron asfixiados, ya que los dirigentes de Guerreros Unidos creyeron que en el grupo había infiltrados del cartel rival de «Los Rojos».
EL CASO SIGUE ABIERTO
El fiscal explicó que el caso no está cerrado del todo porque aún hay seis órdenes de aprehensión pendientes, entre ellas la del secretario de Seguridad Pública de Iguala, Felipe Flores, considerada una de las piezas «fundamentales» de lo ocurrido.
En total, hay 99 detenidos por este caso, entre ellos el exalcalde de Iguala José Luis Abarca y esposa María de los Ángeles Moreno, considerados autores intelectuales de los hechos que desencadenaron la tragedia y operadores de Guerreros Unidos.
Según los testigos, Abarca ordenó la noche del 26 de septiembre pasado atacar a los estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa para evitar que arruinaran un acto de su esposa. (La Nación)