El viceprovincial en Chile de la Congregación de los Padres de Schoenstatt, Patricio Moore, aseguró en Cooperativa que la institución hará lo posible por facilitar un eventual regreso a Chile del expulsado sacerdote Francisco Cox, luego de que el papa Francisco le quitara el estado clerical por abusos a menores.
«Vamos a hacer los exámenes médicos que se puedan hacer y ver la posibilidad de que venga a Chile, si los médicos lo permiten«, afirmó en conversación con El Diario de Cooperativatras conocerse la expulsión de Cox del sacerdocio.
«De todas maneras» la congregación colaborará y la próxima semana «va a ser clave» para ello, adelantó, puesto que prevé que el lunes comiencen los trámites para realizarle los exámenes médicos respectivos.
«Si los médicos lo permiten lo traemos a Chile», reiteró, aclarando que «a esta altura (…) es poco lo que él (Cox) va a poder decir» al respecto.
Cabe recordar que previamente la misma congregación informó que el ex sacerdote presenta signos de «demencia senil, no es autovalente y depende de la enfermería».
Cox, de 83 años y obispo emérito de La Serena, vive desde 2002 en la casa central del movimiento en la ciudad de Vallendar, a una hora de Frankfurt, cumpliendo -se supone- «una vida de silencio, oración y penitencia».
EXPULSIÓN «SE VEÍA VENIR»
Sobre la decisión del papa, Moore comentó que «de alguna manera se veía venir por las dimisiones que hizo anteriormente con Fernando Karadima y Cristián Precht. Era predecible».
«Creemos, igual que el papa, que un sacerdote que abusa de menores no tiene espacio en el sacerdocio, es una falta gravísima, un delito, y la deploramos profundamente», manifestó.
En este contexto, espera que «todo lo sucedido sea un aprendizaje para nosotros como sacerdotes, de vivir en forma más coherente y transparente». (Cooperativa)