Gastos “improcedentes” y reparos a algunos pagos de viáticos y asignaciones. Estos son los principales cuestionamientos que la Contraloría General de la República realizó tras “practicar una auditoría y examen de cuentas a los gastos realizados por concepto de viajes de estudio de la Escuela Militar, la Academia Politécnica Militar y la Academia de Guerra, dependientes del Comando de Educación y Doctrina del Ejército de Chile”. Así consta en un dictamen del ente fiscalizador, cuyo trabajo se concentró entre 2012 y 2016.
Lo que se buscaba era “determinar si las transacciones cumplen con los objetivos previstos de manera eficiente, se apegan a las disposiciones legales y reglamentarias, se encuentran debidamente documentadas, sus cálculos son exactos y están adecuadamente registradas”.
Para ello, el organismo revisó los gastos realizados durante los años antes mencionados, que ascendieron a US$ 6.070.413 ($ 3.672 millones).
Dentro de las principales conclusiones del informe se señala que “se advirtió la existencia de gastos improcedentes por traslados de funcionarios, tanto de la Academia de Guerra como de la Academia Politécnica Militar, asistentes a las pasantías, con características de visitas particulares y no institucionales, los cuales alcanzaron a US$ 152.697 ($ 92 millones) para el período 2014 al 2016”.
La Contraloría también agrega que “respecto de viáticos y asignaciones relacionadas con las pasantías al exterior, tanto de la Academia de Guerra como de la Academia Politécnica Militar, en los días en los que se efectuaron actividades particulares que no se condicen con las funciones inherentes a los cargos de los participantes, por un total de US$ 415.590 ($ 251 millones) se procederá a formular el reparo”.
OBJECIONES
En el caso de los viajes realizados por la Escuela Militar, los cuales, según el informe, tuvieron como destino Estados Unidos, una duración promedio de 13 días y constaron de alrededor de 184 personas, se cuestiona la inexistencia de informes de las actividades efectuadas durante estas giras (2012 a 2015), además de la falta de acreditación del gasto de pasajes.
También se refuta el pago de viáticos al 100% cuando correspondía otorgar el beneficio de forma parcial. Esto, luego de que se comprobara que a 12 oficiales se les hizo acreedores de la subvención, que ascendió a US$ 61.023 ($ 36 millones), por concepto de alojamiento y alimentación, cuando la Escuela Militar ya habría hecho el pago por hotelería, correspondiéndoles un pago de solo 40%.
Sobre las giras de la Academia de Guerra y la Academia Politécnica Militar, realizadas a Europa, la Contraloría tuvo algunos reparos. Por ejemplo, uno de los viajes analizados tuvo una duración de 14 días, para un recorrido por París, Madrid, Venecia y Roma, al que asistieron 77 oficiales.
Otro de los viajes revisados fue el realizado en 2012, donde se “procedió a tomar declaración a exalumnos que asistieron a las pasantías y cursos, quienes informaron que si bien existirían visitas a empresas, de las cuales no se tuvo a la vista ningún antecedente que así lo acredite, también había días completos que eran utilizados para visitas turísticas pagadas por el Comando de Educación y Doctrina del Ejército”.
Otra de las giras revisadas es la del viaje a Europa, realizado en 2016, donde se cuestionan gastos de traslados aparentemente “improcedentes”, cuyo itinerario “tenía mayoritariamente actividades relacionadas con tours, por sobre visitas a ferias o empresas relacionadas al rubro de las armas”. Por este hecho, la Contraloría instruyó iniciar un sumario administrativo.
La Contraloría ordenó, además, que se exija un reporte de las labores realizadas y el aprendizaje obtenido en estos cursos. También pidió que se deberá velar porque los lugares visitados y las actividades efectuadas se ajusten a tareas institucionales y no a “tours”.
El informe también aclara que aunque las empresas contratadas para los viajes pertenecen al rubro del turismo, y por ello en sus propuestas ocupan el argot propio de su sector, “sin embargo, para la institución corresponde a la perspectiva histórico-militar, científico-tecnológico y cultural de los futuros oficiales”.
Consultado el Ejército por esta situación, se indicó que “en relación al informe final N° 466 de la Contraloría, se hace presente que no se trata de hechos irregulares; históricamente, por alrededor de 38 años, los viajes de estudio de las academias forman parte regular de sus programas docentes. Si bien existen algunos aspectos que deben ser revisados, la institución efectuará una reconsideración ante el órgano contralor, aportando mayores antecedentes”.
REACCIONES
El subsecretario para las Fuerzas Armadas, Francisco Galli, indicó a La Tercera que está de acuerdo con la realización de estas giras, siempre que cumplan con su objetivo. “El contralor ahí detecta algunos recursos que fueron mal utilizados por la institución. Claramente hay algunas situaciones que a la luz de la actualidad parecen necesarias de corregir”. (La Tercera)