No es a las isapres a las que la señora ministra debe ofrecer tranquilidad. Es a 3,3 millones de chilenos, de ellos más de 550.000 con preexistencias, que con su grupo familiar suman más de un millón de personas que probablemente no podrán acceder a un seguro complementario; cerca de 400.000 personas mayores de 60 años, todos ellos con tratamientos oportunos en sus clínicas preferidas con sus médicos de confianza; también son los pacientes postrados, en hospitalización domiciliaria, o aquellos que se benefician con procedimientos, diagnósticos, coberturas o medicamentos que ni siquiera están codificados por Fonasa e, incluso, aquellos que obtienen coberturas en el extranjero.
Son casi dos millones de chilenos que probablemente no tendrán otra opción que los servicios que ofrece el Estado con sus conocidas carencias. Son ellos, no las empresas, los que merecen tranquilidad. (El Mercurio Cartas)
Rafael Caviedes Duprá
Exdirector de Fonasa