D. Gallagher: ¿Le importa a Kast y Kaiser que la derecha gobierne?

D. Gallagher: ¿Le importa a Kast y Kaiser que la derecha gobierne?

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El influyente columnista y ex embajador en Reino Unido, dispara contra José Antonio Kast y Johaness Kaiser: “El problema es que así facilitan que siga y siga gobernando la izquierda”, cuestiona Gallagher. “Tanto a Kaiser como a Kast les conviene llegar a primera vuelta, porque potencian a sus candidatos al Congreso. Para ellos es más importante aumentar su representación parlamentaria que trabajar para que la centroderecha llegue al gobierno”, señala.

 –¿Cuál es el daño que las candidaturas de Kast y Kaiser le hacen a la derecha?

-El tema de fondo es que no se ve qué es lo que agregan a lo que Evelyn Matthei propone en temas de seguridad, crecimiento económico, etc. Ellos, aparte de algunos eslóganes, no dicen nada de fondo. Lo que sí hacen, y eso es indudable, es diluir el voto de la centroderecha. Tal como lo hizo Vox en España, que le abrió el camino a la izquierda para seguir gobernando. Esa es la consecuencia de esas candidaturas.

-¿Ellos buscan diferenciarse abogando por la reducción del Estado y la disminución del gasto público, siguiendo el modelo de Donald Trump y de Javier Milei?

-No estoy de acuerdo con eso. Matthei tiene muy claro lo que debe hacer para que el Estado sea más pequeño y eficiente. Y lo fundamental para hacerlo es tener una gran experiencia y conocimiento de este. Entonces de nuevo, no sé qué aportan Kast y Kaiser.

Por otro lado, es increíble que admiren a Trump y a Milei, que son opuestos: el presidente argentino lucha contra la herencia del peronismo, mientras que Trump está implementando políticas peronistas, incrementando el poder del Estado con sus “tarifazos”, es decir, interviniendo en el mercado y el libre comercio.

Yo incluso veo una similitud entre Kast y Kaiser y el Frente Amplio.

-¿Por qué?

-Tienen la misma teatralidad performativa, estridencia, talento para los eslóganes, impudicia en reducir los problemas a consignas, y afán de manipular emociones, sobre todo las más negativas, como el odio y el temor.

Comparten esa creencia voluntarista y soberbia de pensar que es muy fácil hacer las cosas. Recordemos que el Frente Amplio se presentó como un grupo de soñadores que criticaba a la Concertación por haberle “fallado el país y no solucionar los problemas”. Pensaban que con solo llegar a La Moneda todos estaríamos felices.

Esa misma sensación me dan Kast y Kaiser. Sin embargo, ahora ya hemos visto al Frente Amplio en el poder, sabemos las consecuencias de ese voluntarismo sin experiencia, pero no se ve que ninguno de ellos dos tranquilice esas dudas. Al igual que el FA, la oposición que hace la extrema derecha se basa en la intransigencia, en negarle la sal y el agua a quien gobierne.

-¿Eso sucedió con el rechazo de Kast y Kaiser a la Reforma Previsional?

-Justamente. Ellos criticaron una reforma ante la cual el propio José Piñera dijo que le daba larga vida a las AFPs. Entonces, al oír a Kaiser afirmar que esta significaba el fin del sistema de capitalización individual, uno se pregunta si realmente entiende de lo que está hablando.

Criticar por criticar es muy también del Frente Amplio, así lo hizo durante el gobierno de Sebastián Piñera con esos juicios políticos absurdos en el Congreso, lo mismo que hacen ahora los republicanos. En todo el mundo la extrema derecha y la extrema izquierda son muy parecidas.

-¿Qué le parece la demora en la aprobación de la reforma al sistema político?

-Es urgente hacerlo, pero el gobierno la boicotea. En el fondo, lo que busca La Moneda es eliminar la esencia del acuerdo que es establecer un umbral electoral para ser elegido parlamentario.

La reforma electoral que impulsó Michelle Bachelet permitió que surgieran estos partidos minoritarios y extremos, y que nacieran los “partidos-pyme”. La más reciente de estas pymes de extrema derecha es el Nacional Libertario de Kaiser. La creación de partidos nuevos de derecha contribuye a que las ideas que supuestamente los inspiran no prosperen nunca.

Tanto a Kaiser como a Kast les conviene llegar a primera vuelta, porque potencian a sus candidatos al Congreso. Para ellos es más importante aumentar su representación parlamentaria que trabajar para que la centroderecha llegue al gobierno.

Yo me pregunto: ¿Les importa realmente que gane la izquierda? ¿Tal vez ser opositor les interese más que la difícil tarea de gobernar? ¿Tal vez les atraiga dar testimonio e inmolarse? El problema es que así facilitan que siga y siga gobernando la izquierda.

Por eso es tan importante que la gente que quiere que exista una centroderecha razonable y ganadora se cuadre con Evelyn Matthei.

-Pero el Ejecutivo ha sido activo en impulsar el cambio al sistema electoral.

-Yo creo que el presidente Boric tiene unos “límites”, que la opinión pública no conoce, y que se los impone el Partido Comunista. Uno de esos es el veto a establecer un umbral electoral. El PC tiene un tremendo poder en La Moneda, mayor incluso que lo que suponemos.

Además, sin la reforma del sistema político, el Congreso que le toque a Matthei estará más atomizado que nunca.

-¿Cómo interpreta la fuerte disputa por la presidencia del Senado entre Manuel José Ossandón y Kast? A Matthei se le ha criticado por no haber podido manejar este conflicto.

-Históricamente, en la derecha ha habido mucho caciquismo, peleas y fragmentación, lo que ha tenido un costo enorme. Lo sucedido en el Senado es ejemplo de eso. En todo caso, no es la primera vez que Ossandón hace algo así, a él no se le puede controlar.

-Según muchos, mientras la oposición pelea el oficialismo toma palco.

-El gobierno ha creado un falso relato, según el cual ellos recibieron un país en ruina, el que ahora estarían reparando. Yo creo saber quien inventó eso, pero no lo voy a decir.

Eso es pura fantasía, porque todo lo malo que había en el país cuando ellos llegaron al poder, aparte de las consecuencias de la pandemia, fue provocado por ellos mismos: apoyaron los retiros, el Estallido Social y realizaron un sinfín de juicios políticos contra ministros y hasta contra el propio presidente Piñera. (Ex Ante)