Daniel Jadue y su “pica” con el Presidente-Cristián Valdivieso

Daniel Jadue y su “pica” con el Presidente-Cristián Valdivieso

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Corría julio de 2021 y Daniel Jadue se aprontaba a ganarle la primaria a Gabriel Boric y a entronizarse como candidato de la izquierda en la papeleta presidencial de finales de año.

Por esos días andaba muy confiado el candidato comunista. En el mundo de la izquierda contestataria y de los movimientos sociales era quien más había capitalizado en imagen su puesta en escena contra el gobierno de Piñera y como promotor del estallido social (sobre 40 puntos de imagen positiva mantenía en Cadem). Además, se había anotado un triunfo estratégico al haber traído al Frente Amplio y su candidato a su primaria, separándolo de la centro izquierda.

Parecía carrera corrida. Por ningún lado Boric parecía un candidato de peso -de utilería se decía sottovoce- frente a un Jadue fortalecido en las encuestas y con una alta capacidad de movilización de votantes. Por lo mismo, aun cuando su performance en los debates dejó bastante que desear, ni en sus peores pesadillas, el candidato comunista imaginó que el Frente Amplio pasaría de haber movilizado 327.000 votos en la primaria de 2017 (Sánchez vs. Mayol) a concentrar sólo en Boric 1.058.000 ese julio de 2021.

Jadue no sólo fue derrotado inapelablemente, también quedó picado. Tanto así que toreó todo lo que pudo a Boric durante la campaña, apuntalando indirectamente a Kast en segunda vuelta. (Quizás veía que le convenía tener a Kast en el gobierno, pero eso sería materia de otra columna).

¿O qué otra cosa buscaba el alcalde de Recoleta cuando en plena campaña de balotaje hizo una dura crítica a las personas que habían votado por Parisi en primera vuelta, definiéndolos como ciudadanos “tremendamente individualistas” que “lo único que buscan es más plata en el bolsillo”? Todo ello en medio de los llamados que hacía el entonces abanderado presidencial de Apruebo Dignidad para captar la atención de los miles de votantes del economista y conseguir su apoyo en segunda vuelta.

Pero la pica de Daniel no se fue con la campaña. Más bien aumentó, convertida en celos racionalizados en críticas sostenidas y sistemáticas a Boric cuando este alcanzó la presidencia.

Lo apuntó como neoliberal cuando nombró a Mario Marcel en Hacienda: “todos sabemos quién es Marcel. Fue el presidente del Banco Central puesto por Piñera, lo que hace dos semanas era el peor gobierno de la historia. Al que puso en el Banco Central para resguardar la política neoliberal, como presidente, hoy día es ministro de Hacienda”.

Lo reprochó como insensible cuando, a un mes de asumido en abril de 2022, Boric presentó un proyecto alternativo para frenar nuevos retiros previsionales: “el proyecto de retiro con fines específicos más parece un salvataje al sector financiero que a las necesidades ciudadanas. Alzas en los precios no son necesariamente consecuencia de los retiros, sino pura especulación. Hay que escuchar a la gente”.

Luego, cuestionó los giros políticos que Boric tuvo que hacer como mandatario, colgándose de esos cuestionamientos para timbrarlo como el “volteretas”, en lo que debe haber experimentado como su mayor venganza: “La gente no entiende las volteretas y sería bueno que el gobierno le explicara a la gente”.

Tras la derrota del Apruebo, el atrevimiento de Jadue fue más allá y descargó su frustración con el gobierno y el Presidente: “yo creo que todo indica que perdimos votos, por los cambios de relato, por no cumplir los compromisos y por subordinar la política a la tecnocracia neoliberal”.

Ahora último, las embistió contra Boric por las oportunas críticas que hizo a Daniel Ortega por las violaciones sistemáticas a los derechos humanos en Nicaragua y la expatriación de cientos de opositores. Esta vez Jadue, entre otras cosas, le mandó a decir al Presidente que “…le recomendaría al gobierno que se preocupe de las problemáticas que hay en el país”.

Lo que el alcalde pareciera no notar es que su enojo lo enceguece. Y que mientras más critica las acciones de Boric, más enaltece al mandatario y más se empequeñece él. Tanto así, que hoy su popularidad está 20 puntos por debajo de la que tuvo en sus días de gloria y, electoralmente, dentro del PC ha pasado a ser el ex candidato, posiblemente aquel que “ya no fue”.

Esto, al mismo tiempo que las miradas y esperanzas comunistas se depositan en Camila Vallejo, irónicamente, una de las ministras más cercanas al objeto de la ira de Daniel. (Ex Ante)

Cristián Valdivieso