En Chile se requieren 393.613 nuevas viviendas. Esa fue la cifra en la cual el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu) estimó el déficit habitacional que hay actualmente en el país, de acuerdo con las bases de datos aportadas por el censo abreviado de 2017.
Se trata de una cifra que, a nivel global, es 24,6% más baja que la arrojada por el anterior censo válido (de 2002), cuando se estimaba que se necesitaban 522.326 inmuebles.
Esa reducción fue catalogada como «una buena noticia» por el ministro del Minvu, Cristián Monckeberg, quien estimó que manteniendo ese ritmo «y sin terremotos de gran magnitud de por medio» en el próximo censo (2022) el déficit debería estar entre las 100 mil y 150 mil viviendas, o sea, al nivel de los países desarrollados.
Con ello, el secretario de Estado afirmó que «el gran eje del Ministerio de Vivienda ya no será la construcción, sino mejorar lo que ya tenemos».
Igualmente, sobre la situación actual, el ministro dijo que «hay que ser serios: el país ha cambiado y hoy hay chilenos que siguen sin tener un hogar», como aquellos que viven en campamentos, allegados o en inmuebles que no tienen las condiciones mínimas de calidad.
Si se desagregan las cifras, se observan distintas realidades. Por ejemplo, queda en evidencia que en el país se necesitan 156 mil viviendas para reponer inmuebles irrecuperables, es decir, que están en tan malas condiciones que la única alternativa es reemplazarlos por otros nuevos. Este grupo representa el 39,8% del total del déficit habitacional.
Además, hay 143.196 casos en los que se requieren nuevas viviendas para hogares allegados (36,4%) y otros 93.830 para familias en situación de hacinamiento -que se produce cuando viven 2,5 o más personas por habitación-, que equivale al 23,8% del total.
Si se comparan estos resultados con los del censo de 2002, se observa que en nueve regiones disminuyó el déficit habitacional, pero en las otras aumentó hasta 25%, como es el caso de Magallanes.
Las regiones con mayor déficit son la Metropolitana (ahí se requieren 154 mil nuevas viviendas), Biobío (35 mil) y Valparaíso (34 mil).
Pero si el análisis se hace por comunas, entre aquellas con mayor necesidad de nuevos inmuebles aparecen municipios del norte. En orden decreciente, donde hay mayor carencia es en Santiago, Antofagasta, Valparaíso, Arica, Puente Alto e Iquique, todas ellas, zonas con una brecha de más de 7 mil viviendas. Por lo mismo, existe especial preocupación respecto del déficit en el norte del país.
LEGISLAR PARA LA INTEGRACIÓN
El proyecto que anunció la Municipalidad de Las Condes en la rotonda Atenas -que consiste en construir un edificio en el que convivan familias de sectores de ingresos medios y bajos- es parte del programa de integración social del Ministerio de Vivienda y Urbanismo (Minvu), con el que desde 2015 se han levantado 661 iniciativas.
Según el ministro Cristián Monckeberg, la idea es ampliar y acelerar esa política. Para eso -dijo-, su equipo y miembros de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) evalúan cómo hacerlo mediante un proyecto de ley que fomente la integración social y, de paso, contribuya a disminuir el déficit habitacional que hay en el país.
«Esperamos dentro de los próximos 40 días tener una propuesta, no de proyecto de ley afinado, porque esto tiene que entregársele al Presidente para que tome las decisiones, pero sí que diga relación con cómo mejorar la integración social y territorial», afirmó el secretario de Estado.
Monckeberg añadió que en esas propuestas para el proyecto de ley, por ejemplo, se debieran considerar algunos incentivos para la integración social. Entre ellos, mencionó que podría haber beneficios normativos, como permitir proyectos con mayor densificación. Además, se evalúa la forma de entregar incentivos tributarios a las familias que opten por estos proyectos.
En el sector ya hay un antecedente: los propietarios de viviendas que tienen menos de 140 metros cuadrados de superficie útil acogidas al DFL 2 reciben una serie de beneficios, como rebajas de contribuciones o exención del pago de algunos impuestos.
De todas formas, el ministro insistió en que todas estas son ideas que se están evaluando, antes de dar forma a un eventual proyecto de ley.
AGENDA DE TRABAJO
Otra idea para dar lugar a un nuevo proyecto de ley es incentivar la densificación en zonas aledañas a las grandes vías de transporte, como las nuevas líneas de metro.
Con ello, se buscará que cuando se defina un trazado, inmediatamente se abra la revisión de las normas urbanísticas para ese sector y, con ello, se permita la posibilidad de aumentar las alturas máximas de construcción para generar polos de desarrollo, pero de manera armónica.
Actualmente, cada municipio decide qué hacer en estos casos, y si bien hay algunos que se inclinan por la densificación y autorización de comercio, otros anuncian congelamientos de permisos.
Una tercera idea de proyecto de ley es generar una única instancia para la impugnación de los permisos de edificación. Esto pretende solucionar la situación actual, en la que el reclamo se puede hacer en la seremi de Vivienda correspondiente, en la justicia o a través de la Contraloría, lo que les quita certeza jurídica a los permisos. (El Mercurio)