Dos filas con más de 100 camiones recolectores de basura que esperaban poder vaciar sus residuos, así como enormes montículos de desechos en los patios, eran visibles ayer en la estación de transferencia de Quilicura, de la empresa KDM. Todo, como consecuencia del descarrilamiento en Tiltil, el lunes, del tren de Ferrocarril del Pacífico (Fepasa) que a diario traslada esos desperdicios hasta el relleno sanitario Loma Los Colorados, en Tiltil.
Lo normal es que la estación reciba, procese y despache seis mil toneladas diarias de residuos sólidos que recibe de 850 camiones recolectores y que envía en tren a Loma Los Colorados ocho a diez veces por jornada.
Pero ante la imposibilidad de enviar la basura por tren, KDM recurrió a un plan de contingencia y está «utilizando cerca de 20 camiones, lo que nos ha permitido transportar tres mil toneladas hasta el relleno sanitario Loma Los Colorados», afirma Gastón Bastías, gerente general de KDM Tratamiento. Con todo, en la estación de Quilicura ya se han acumulado seis mil toneladas de residuos, muy cerca de su capacidad de ocho mil toneladas.
El alcalde de Quilicura, Juan Carrasco, afirma que si bien la situación aún no es crítica, la falta del tren ha generado problemas por los atochamientos en torno a la estación y «atrasos en el retiro domiciliario de la comuna». Agrega que «esto nos complica si se mantiene un par de días más».
Ello se condice con las estimaciones de KDM, que considera que al «ritmo normal de trabajo, tenemos la capacidad de mantener estas condiciones por tres días», confirma Bastías.
Se esperaba que el tren descarrilado retomara sus viajes ayer, pero al cierre de esta edición aún faltaba enrielar tres de los diez vagones afectados y reparar la vía dañada, informó la Empresa de Ferrocarriles del Estado (EFE).
QUERELLA DEL INTENDENTE
El incidente del tren ocurre en momentos en que Tiltil vive un clima de rechazo a la instalación del relleno de residuos industriales de la empresa Ciclo, aprobado por el Gobierno. Por ejemplo, vecinos han protestado e interrumpido parcialmente el tránsito en la Ruta 5 Norte.
En cuanto a las causas del descarrilamiento del lunes, la querella por Ley de Seguridad del Estado que el intendente metropolitano, Claudio Orrego, presentó contra quienes resulten responsables afirma que «existe presumiblemente intervención de terceros».
El alcalde de Tiltil, Nelson Orellana, calificó de «lamentable» esa posición, ya que en otras ocasiones en que hubo volcamientos de trenes en la zona Orrego «jamás apareció defendiendo a la comuna y ahora por un tema de imagen aparece criminalizando a los vecinos de Tiltil». Para la comuna, añadió, que el tren no funcione no solo no ha generado problemas, sino que es «una maravilla por lo que significa la contaminación ambiental y acústica». Desde ese punto de vista, agregó, «es una buena noticia para la comuna».
EFE señaló que en 2017 ha habido 20 actos de vandalismo con daños a la vía férrea en el tramo Polpaico-Rungue, con un costo de reparación para la empresa estimado en $500 millones.
Diversas fuentes consultadas por NP coincidieron en que el modelo de tratamiento de residuos a través de rellenos sanitarios es una tecnología muy atrasada y está superada por los avances que en esta materia hay en el área de tratamiento y reciclado industrial cuyas inversiones, si bien son mayores inicialmente, sus efectos en el entorno medioambiental son mínimos y sus beneficios y externalidades positivas compensan de sobra la inversión inicial.
Ante una consulta señalaron que solo falta la voluntad política del Ejecutivo y el Congreso para adecuar la legislación, así como para poner primero en la fila inversiones que tienen máximo interés social para comunas periféricas que hoy sufren las consecuencias de la desidia sobre el tema. «Tendremos que esperar una crisis sanitaria para que se le de una solución definitiva», señaló un experto, indicando que el costo de estas instalaciones de reciclaje industrial no superaría los 100 millones de dólares. (El Mercurio NP)
