El líder de la agrupación Oath Keepers (los Guardianes del Juramento) fue detenido este jueves después de que se le imputara el cargo de sedición o motín, por ser acusado de conspirar y haber participado en el asalto al Capitolio del 6 de enero de 2021.
En un comunicado, el Departamento de Justicia de Estados Unidos indicó que Elmer Stewart Rhodes III, de 56 años y originario de Granbury (Texas), es considerado el fundador y líder de la organización, y que fue detenido en la localidad texana de Little Elm, la mañana del jueves.
Esta es la primera vez que Rhodes es acusado formalmente por el asalto del 6 de enero, a más de un año después de que se produjeran los hechos.
Cabe señalar que, los Oath Keepers son una organización poco estructurada vinculada a las milicias ciudadanas y, aunque acepta a cualquiera como miembro, centra sus tareas de reclutamiento en ex militares, policías y personal de primeros auxilios.
Además de su líder, también se imputaron cargos de sedición a otros diez miembros de los Oath Keepers, residentes en varias partes del país, desde Arizona hasta Ohio.
Según el Departamento de Justicia, Rhodes y el resto de acusados conspiraron tras las elecciones presidenciales de EE.UU. del 3 de noviembre de 2020, que ganó el candidato demócrata y actual Presidente, Joe Biden, para «oponerse por la fuerza a la ejecución de las leyes que rigen la transferencia de poder presidencial«.
Así, de acuerdo con la acusación, los imputados se coordinaron entre ellos mediante aplicaciones de comunicación encriptadas y planearon su viaje a la capital, Washington, para el día en que se iban a ratificar los resultados electorales en el Congreso, portando armas.
En esa jornada, Rhodes y el resto de acusados formaron parte de una turba de seguidores del ex Presidente Donald Trump que llevó a cabo un violento asalto al Capitolio, que dejó cinco muertos, y que ofreció unas imágenes inauditas en la historia reciente de Estados Unidos.
Hasta la fecha, la Oficina del Fiscal Federal para el Distrito de Columbia ha presentado cargos contra más de 700 personas, residentes a lo largo de EE.UU., por delitos que van desde atacar físicamente a policías hasta impedir el ejercicio de sus funciones, pasando por destruir propiedad del Gobierno y entrar en un edificio de acceso restringido.
La mayor condena emitida hasta la fecha -dada a conocer el pasado 17 de diciembre- recayó sobre un hombre que atacó a agentes de Policía con un extintor y que fue sentenciado a cinco años y tres meses de prisión. (Emol EFE)