Un nuevo síntoma de la situación de estrés de las finanzas públicas que viene alertando el Consejo Fiscal Autónomo (CFA) se evidenció a partir de las últimas estadísticas de ejecución presupuestaria que publicó la Dirección de Presupuestos (Dipres).
La autoridad detalló que al primer trimestre de este año, el saldo acumulado de deuda bruta del Gobierno Central totalizó $11.512.442 millones (US$126.134 millones), cifra que equivale a un 40,7% del PIB estimado para el periodo.
Dicho monto preliminarmente sería el mayor nivel de pasivos fiscales desde inicios de los años noventa en adelante.
El stock de deuda a marzo es superior al dato de cierre del año pasado, que fue de 39,4% del PIB, pero todavía se ubica por debajo de la meta proyectada para 2024 (41,2% del PIB) en el Informe de Finanzas Púbicas del cuarto trimestre de 2023.
Economistas advirtieron por la señal negativa que se genera por la escalada de las cifras de endeudamiento y ven el riesgo de una nueva rebaja en el rating crediticio del país.
Revise la noticia completa en la edición de hoy de El Mercurio. (Emol)
NOTA DE CAUTELA POR BAJO IMACEC
Si hay una palabra que puede abarcar la sensación que generó en el mercado el Indicador Mensual de Actividad Económica (Imacec) de marzo es «cautela». Es que si bien se esperaba que la actividad no se expandiera al nivel en que lo hizo en febrero o enero (4,5% y 2,5%, respectivamente), el tímido crecimiento de 0,8% que se registró en el tercer mes del año estuvo bajo las expectativas de la mayor parte de los analistas.
De todas formas, los expertos destacan el mejor rendimiento que está mostrando la economía en el último tiempo, lo que llevó a que -pese al bajo dato de marzo- se lograra un crecimiento de 2,5% en el primer trimestre, lo más destacado que se ha visto en el país desde el segundo trimestre de 2022.
Hay que considerar, además, que marzo de 2024 tuvo tres días hábiles menos que el mismo mes del año anterior -de hecho, fue el mes con menos días hábiles desde 2013-, lo que por cierto tiene un impacto importante en el Imacec. Según el ministro de Hacienda, Mario Marcel, si no fuera por ese factor, la economía habría anotado una expansión a 12 meses cercana al 2,5%.
Nicolás García, economista senior de Coopeuch, comentó que «tal como se esperaba, en marzo la economía modera su ritmo de expansión en términos de crecimiento anual, en parte como consecuencia de contar con tres días hábiles menos que marzo de 2023».
«Lo sorpresivo, sin embargo, es que al descontar este efecto -junto con también dejar de lado los efectos estacionales- la economía registra un importante retroceso mensual (serie desestacionalizada), no visto desde julio de 2022», añadió.
Esto, explicó García, «pone una nota de cautela en cuanto a la continuidad del ‘momentum’ que había exhibido la economía los dos primeros meses del año. Es importante destacar que, con este resultado, el escenario de actividad delineado en el último Informe de Política Monetaria sigue plenamente vigente».
Con todo, para abril espera «un crecimiento anual de 3,6% -en parte explicado por contar con tres días hábiles más que en el mismo período de 2023. incidido por el alza de todos los sectores. Para el PIB de 2024, mantenemos nuestra proyección de crecimiento en un 3%».
A su vez, Sergio Lehmann, economista jefe del BCI, consideró que el dato «resultó bajo lo esperado, destacando especialmente la contracción de comercio e industrial. Contribuyó minería que, como bien sabemos, reconoce la entrada en operación de nuevos proyectos». Para el economista, «de cualquier forma, da cuenta de una economía débil, marcada por limitaciones estructurales».
En Scotiabank ven esta cifra de marzo en conjunto con abril, «debido al inusual número de días hábiles que presenta este año, lo que dificulta el cálculo de las series desestacionalizadas».
Por eso, para abril mantienen su proyección de crecimiento del Imacec en torno a 4% favorecido por tres días hábiles más. «El sesgo de dicha proyección es alcista», añadieron en su informe.
En tanto, desde Clapes UC, manifestaron que esta cifra se ubicó «en la parte media de las expectativas del mercado luego de conocer los indicadores sectoriales el martes».
Mientras que Ándrés Pérez, economista jefe Latam Itaú, comentó que «tal como se esperaba, la economía moderó el ritmo de crecimiento en marzo, creciendo 0,8% interanual, por debajo del 4,5% de febrero».
«En el margen, y ajustado por efecto calendario, prácticamente todos los sectores tuvieron una contracción en el mes de febrero con respecto a febrero, lo cual llama la atención con respecto a la dinámica de los últimos meses», agregó.
Por esa razón, es que concluyó que de mantenerse el nivel de actividad económica de fines de marzo, «la economía crecería entre 2,2-2,4% este año. Esperamos que en abril la economía crezca entre 4-5% interanual, al revertirse el efecto calendario de marzo».
Por su parte, Patricio Jaramillo, director de «Riesgo Financiero» en Deloitte, comentó que el indicador resultó «menor a lo que esperaba el consenso (más cercano a 1%), y los registros previos de enero y febrero, pero es coherente con el pulso esperado de la economía para el resto del año, que debiera estar más en torno al rango 2-2,5%».
Para el economista, con los datos por sectores, «es indicativo de la necesidad de continuar con la normalización en la Tasa de Política Monetaria, con reducciones de al menos 100 puntos base de acá a junio».
Por último, Tomás Vio, senior manager de deals de PwC Chile, aseveró que «si bien son números positivos, ratifican una menor aceleración respecto a los resultados más alentadores de 4,5% de febrero».
Mientras que para abril, sostuvo, «hay tres días hábiles más que en 2023, con lo que la actividad podría ser algo mayor, pero sin mayores sorpresas».
Con esto, concluyó, «habrá que esperar las cifras actualizadas del primer trimestre del PIB que publica el Banco Central en algunas semanas, pero se anticipa que puedan estar en línea con las proyecciones del IPoM de 2% a 3%».(Emol)