El diputado Mauricio Ojeda (Ind.), actualmente desaforado y formalizado por el delito de fraude al fisco en el marco del caso Manicure, pagó los $40 millones fijados como caución por el Juzgado de Garantía de Temuco y salió de la cárcel, donde cumplía la medida cautelar de arresto domiciliario.
Cabe recordar que Ojeda es actualmente un parlamentario independiente, aunque fue electo bajo un cupo del Partido Republicano, donde formó parte hasta abril del año pasado como integrante en la bancada de diputados.
Tras permanecer tres meses en prisión, Ojeda recuperó su libertad esta semana. Según constató el diario El Austral, a su salida del recinto penitenciario el parlamentario comentó: «Me voy a mi casa a reencontrarme con mi familia. La Fiscalía tiene toda la potestad de apelar, por eso me voy con mesura y tranquilidad, esperando lo que resuelva la Corte de Apelaciones de Temuco. A mí lo que me deja tranquilo es que desde ahora ya podremos empezar a evidenciar cosas que son importantes y que no se han filtrado, que la gente todavía no se ha enterado».
El diputado insistió en su inocencia: «Le puedo decir a todo Chile, mirando de frente, que soy una persona inocente y que no he cometido fraude al Fisco. Jamás en la vida tocaría un peso que no me pertenece. Así me educaron y se me caería la cara de vergüenza. No estaría hablando con la prensa si yo hubiese robado algún peso. La Fiscalía eso lo sabe, saben que no he robado ningún peso y está la trazabilidad de los dineros. Pero, lamentablemente, eso no es la noticia que vende. Pero, estoy tranquilo. Esto recién está comenzando».
Respecto a su experiencia en prisión, afirmó que «la cárcel es el peor lugar al que puede llegar un ser humano. Uno elige cómo aborda la cárcel y, en mi caso, lo tomé como una oportunidad. Creo que la cárcel sería una muy buena terapia para muchos políticos, incluyéndome, con exceso de ego, falta de humildad, muchas veces soberbios, creyendo que tenemos la razón. Me tomo estos tres meses en la cárcel con mucha humildad».
Finalmente, reflexionó sobre su encierro: «Uno genera mucha reflexión estando privado de libertad y me voy convencido en un 100% que la cárcel es un lugar que le haría muy bien a muchos políticos soberbios, carentes de humildad. Reitero que soy totalmente inocente». (Emol)
