El presidente estadounidense, Joe Biden, firmó este viernes el nuevo memorándum de seguridad nacional sobre la Antártida que reafirma el compromiso de EE.UU. en la protección de la región por su importancia medioambiental y apuntó que considerará ampliar su flota de rompehielos para implementar sus objetivos.
El nuevo memorándum, que establece la política de Estados Unidos para la región, sustituye al que estaba hasta ahora en vigor y que había sido redactado en 1994 durante la presidencia de Bill Clinton (1993-2001).
La Casa Blanca indicó en un comunicado que con el nuevo memorándum, EE.UU. quiere proteger el medio ambiente de la Antártida, mantener la región como un centro de investigación científica, preservar el continente como una zona de cooperación internacional pacífica y asegurar la conservación de los ecosistemas.
El documento señala que para asegurar la eficacia del actual sistema que gobierna la Antártida, «Estados Unidos seguirá utilizando todas las herramientas disponibles, incluida la ampliación de la flota de rompehielos polares».
Estados Unidos, que cuenta con tres estaciones de investigación en la Antártida, indicó que gracias al sistema de tratados que gobierna la región, ha podido realizar «15 inspecciones sorpresa en instalaciones» situadas en el continente.
«Seguimos vigilantes contra las acciones de países que pudiesen amenazar los intereses nacionales de Estados Unidos provocando desavenencias internacionales en la región antártica», señaló la Casa Blanca.
La firma del memorándum se da luego de que esta semana el diario británico The Daily Telegraph que parlamentarios británicos expresaran sus temores a representantes del Gobierno del Reino Unido sobre una posible operación petrolera de Rusia en el continente helado.
Las preocupaciones británicas se fundamentan en que la agencia geológica rusa Rosgeo validó los estudios del buque de investigación polar Alexander Karpinsky en 2020 sobre la disponibilidad de unos 70.000 millones de toneladas de petróleo y gas enterrados debajo de la plataforma antártica.
Las reservas contendrían alrededor de 511.000 millones de barriles de petróleo, lo que equivale a alrededor de 10 veces la producción del mar del Norte en los últimos 50 años, de acuerdo al periódico conservador.
Frente a esta información, ayer el Presidente Gabriel Boric enfatizó que «Chile ha defendido, defiende y defenderá que la Antártica es un continente de ciencia y de paz. Nos opondremos firmemente a cualquier explotación comercial de minerales e hidrocarburos y trabajaremos en conjunto con todos los países reclamantes y los firmantes del Tratado Antártico para velar por el respeto de esta norma por parte de cualquier nación».
TRATADO ANTÁRTICO
El continente se rige por el denominado Tratado Antártico, firmado inicialmente por una docena de países el 1 de diciembre de 1959, que establece que ningún país es propietario del territorio y designa la región como un territorio dedicado a la paz y a la ciencia, lo que significa que todos los desarrollos petroleros están prohibidos.
El tratado tiene vigencia indefinida y no ha sufrido enmiendas, pero a partir del año 2048 cualquiera de las partes consultivas podrá solicitar su revisión, con la aprobación por mayoría relativa.
Si bien la Antártida no está gobernada por nadie, países como Reino Unido, Argentina, Chile, Australia o Nueva Zelanda han reclamado históricamente partes de su territorio.
En 1940, a través del Decreto N° 1747 promulgado por el entonces presidente chileno Pedro Aguirre Cerda, se fijaron los límites del territorio antártico chileno y siete años después se inauguró la primera base antártica chilena, la Base Naval Capitán Arturo Prat.
En la actualidad, Chile tiene al menos diez bases, de las cuales cinco están gestionadas por el Instituto Antártico Chileno (INACH) y el resto por las Fuerzas Armadas chilenas.
El próximo 20 de mayo se realizará en India la 46 reunión consultiva del Tratado Antártico a la que asistirán los 12 países que en 1959 firmaron el acuerdo (Argentina, Australia, Bélgica, Chile, Francia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Sudáfrica, Reino Unido, Estados Unidos y Rusia) junto con varias decenas de otros países. (Cooperativa EFE)