Los mercados del mundo fueron presa de la volatilidad luego que ayer Wall Street viviera un lunes negro en el que el Dow Jones experimentó su mayor caída diaria en puntos de su historia.
Asia fue la primera región en reaccionar al flash crash de ayer. El Nikkei de la Bolsa de Tokio, la más importante del continente, llegó a caer más de 7%, pero luego sus pérdidas se moderaron al 4,73%.
De cualquier forma, se trató de su peor jornada desde noviembre de 2016.
La segunda plaza más relevante de esa región, Hong Kong, experimentó una violenta caída de 5,12% en el índice Hang Seng.
En China, el índice de referencia de la Bolsa de Shanghái cerró la sesión del martes con un retroceso del 3,35%, hasta situarse en los 3.370,65 puntos. En Corea del Sur las pérdidas fueron más moderadas y rondaron el 1,5%.
En Europa también se vivieron momentos de pánico. El Dax de Fráncfort, la plaza más importante de esa región, llegó a caer más de 5% pero sus pérdidas se moderaron para cerrar en un negativo 2,32%, el retroceso más drástico desde fines de junio de 2016.
Registrando las mayores caídas desde el mismo periodo de tiempo, el Cac de París y el FTSE 100 de Londres se contrajeron un 2,35% y 2,64%. Mientras que, el Ibex de Madrid, sucumbió 2,53%.
WALL STREET CAE EN LA VOLATILIDAD
En ese contexto, todas las miradas del mundo apuntaban a Wall Street, una vez más. El Dow Jones cayó más de 2% en la apertura inmediata del mercado (11:30 hrs.) pero luego experimentó un brusco cambio de tendencia. El índice que mide la variación de los mayores 30 valores del mercado estadounidense subió hasta alcanzar una variación positiva de 2,33%, con la que cerró la jornada.
Del mismo modo el S&P 500 muestra una avanzó un 1,74%. Mientras que, las acciones tecnológicas del Nasdaq, en tanto, terminaron con un alza de 2,13%.
BOLSA DE SANTIAGO
Al contrario de Wall Street, la Bolsa de Comercio de Santiago aún no escapa de la fiebre de ventas y su principal índice, el IPSA, experimentó una caída de 0,60% y se ubica en los 5.697,28 puntos.
Con este resultado, el selectivo se ubica en mínimos desde la primera quincena de enero y está a un paso de perder todo lo que había ganado en el años.
EL ESCENARIO
Los volátiles resultados de la bolsa neoyorquina se dan en un escenario de expectativas sobre el inicio de un ciclo de alzas de tasas más brusco de lo esperado.
El mayor repunte de los salarios en ocho años en EEUU elevó las expectativas de subidas adicionales de tasas, inmersa en pleno relevo en su presidencia, el que ha otorgado Janet Yellen a Jerome Powell.
En ese contexto, el interés del bono a diez años de EEUU escala a máximos de cuatro años, y los inversores recogen los beneficios cosechados con el rally que acumula Wall Street, del 250% en el caso del S&P 500 desde sus mínimos de 2009.
El jefe de inversiones de Commonwealth Financial, Brad McMillan, dijo a Reuters que la caída podría revertirse en el corto plazo por estar «relacionada a la confianza más que a los fundamentos económicos». Para él, las bajas reflejan que el mercado toma nota de que la normalización monetaria «trae riesgos reales».
Pero el jefe de Estrategia Global de JPMorgan, David Kelly, dijo a Bloomberg que esa narrativa podría estar equivocada. «Una explicación inexacta, pero aun así más plausible, es que los mercados tenían una corrección pendiente, tras un par de años notablemente plácidos», sentenció.
OLA DE VENTAS CONTAGIA COMODITTIES
Las materias primas, desde el petróleo a los metales o el mineral de hierro, sufrieron una caída por el desplome de las bolsas y el auge de la volatilidad del mercado. Los inversionistas redujeron su exposición al riesgo recortando posiciones en materias primas pese a que los bancos y analistas siguen respaldando esta clase de activos dado el contexto de crecimiento mundial sólido.
El crudo Brent llegó a caer un 1,2% a US$66,82 el barril, encaminándose a una tercera caída diaria y la racha de pérdidas más prolongada desde noviembre.
En el London Metal Exchange, el cobre llegó a retroceder un 2% a US$7.025 la tonelada métrica con el declive del zinc, el plomo y el níquel. Los futuros del mineral de hierro cayeron un 1,2% en Singapur.
Los mercados de renta variable están sufriendo una corrección después de que las pérdidas en Wall Street, que comenzaron en la última sesión de la semana pasada, se agravaran el lunes. El indicador Dow Jones Industrial Average registró su mayor caída intradía en puntos de la historia. La oleada de ventas -desencadenada en parte por una subida inicial de los rendimientos de los bonos y la preocupación sobre el ritmo al que la Reserva Federal elevará los tipos de interés- está afectando a las materias primas, que a finales de enero alcanzaron el nivel más alto desde 2015. No obstante, Citigroup Inc. dice que éste es el momento para que los inversores agreguen posiciones en metales.
«Claramente hay un riesgo de tono en los mercados que pesará sobre el sector», dijo Daniel Hynes, estratega sénior de materias primas en Australia & New Zealand Banking Group. «Pero no hay una razón de fundamentales para que esta ola de ventas cambie nuestra postura sobre los mercados de materias primas». (DF)