El fenómeno Trump sorprende en EE.UU.

El fenómeno Trump sorprende en EE.UU.

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Si algo dejó el “Súper Martes”, la cita electoral donde 13 estados eligieron al candidato demócrata y republicano que quieren que los represente en las elecciones presidenciales de noviembre, fue la certeza, ya imposible de seguir negando, de que el empresario y ex rostro de reality show, Donald Trump, tiene serias posibilidades de ganar la nominación del Partido Republicano. E incluso más: tiene una opción real de llegar a la Casa Blanca.

El empresario del sector inmobiliario ganó siete de los 13 estados donde ayer votaron los militantes republicanos, provocando “pánico” no sólo en el establishment republicano, sino que también en el staff de la precandidata demócrata y ex secretaria de Estado, Hillary Clinton.

Trump ya venía con una racha de victorias que lo habían posicionado como el candidato favorito de los conservadores al lograr imponerse en las primarias y caucus de New Hampshire, Carolina del Sur y Nevada.

Pero sus resultados en la cita electoral más importante de las internas de cada partido, confirman que Trump puede lograr la nominación republicana y atraer también a un grupo transversal de votantes, como ocurrió en Nevada, donde latinos optaron por él. O en Oklahoma, donde evangélicos decidieron apoyarlo.

Todo, de la mano de propuestas tan radicales, como la de levantar un muro en la frontera con México y prohibir la entrada de musulmanes al país.

Ahora, Trump no sólo concentra los votos de blancos de clase baja, sino que también de personas con estudios universitarios. El rostro de The Apprentice ha logrado ganar en estados muy diversos y distintos entre sí.

Trump ganó, por ejemplo, en estados liberales e “izquierdistas” como Massachusetts y Vermont (considerado también el estado más progresista) además de en los conservadores Alabama, Arkansas, Tennessee y Georgia. Al mismo tiempo, se impuso en el heterogéneo Virginia.

Ese estado era importante para Ted Cruz, quien con la ayuda del voto evangélico esperaba repuntar, pero fue Trump quien ganó el control de los estados sureños más conservadores. A su vez, la demócrata Clinton ganó en el sur gracias al apoyo del voto latino y de la comunidad afroamericana.

Trump tuvo también el apoyo de todos quienes desean a un outsider como inquilino de la Casa Blanca. Según una encuesta de la agencia The Associated Press, casi nueve de cada 10 votantes del empresario buscan a un rostro nuevo, que no provenga de la élite de Washington para dirigir al país.

La mitad de los votantes de Trump están enojados con el gobierno y el empresario cautivó también a cuatro de 10 votantes sin un título universitario.

“Soy un unificador”, dijo tras conocerse los primeros resultados al argumentar que el Partido Republicano “es más diverso” gracias a él y su candidatura. “Me gustaría ver al Partido Republicano unificado y, cuando nos unimos, no hay nadie que nos supere”, agregó.

Pero aún quedan pruebas para medir el verdadero arrastre de Trump y ver si el senador por Texas, Ted Cruz (quien logró ganar tres estados en el “Súper Martes”) se convierte en la única opción, como él mismo se definió, para frenar su avance.

Una gran prueba tendrá lugar en el “Súper Martes II”, el próximo 15 de marzo, cuando se vote en Florida, Ohio, Illinois, Missouri y Carolina del Norte. Los principales rivales de Trump, los senadores Ted Cruz y y Marco Rubio, aseguraron estar decididos a seguir en la carrera.

Pero según una encuesta de la Universidad de Quinnipiac, Trump obtendría un 44% en la contienda por Florida, mientras que Rubio, que es senador por ese estado, obtendría un 28% y Cruz un 12%.

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