El infortunado incidente en plaza Baquedano-Patricio Arrau

El infortunado incidente en plaza Baquedano-Patricio Arrau

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Es de la máxima relevancia para Chile cómo vamos a procesar y resolver el caso del infortunado evento en el cual un joven adolescente cae el lecho del río Mapocho el viernes pasado. Hay demasiado en juego para nuestros+ orden democrático como para no ser capaces de analizarlo con el debido cuidado. ¿Podemos procesar esta situación con justicia, esto es, con la racionalidad que amerita, o bien vamos a dejarnos llevar por la emocionalidad que a todos nos embarga?

Los hechos aparecen grabados en dos videos. La gran mayoría de los observantes de los videos tiene su veredicto: a juzgar por las redes sociales, se trata de una alevosa agresión de un carabinero que empuja a un joven hacia el río Mapocho. Se trata de una violación de los DD.HH., que amerita las más severa reacción del gobierno, incluida la inmediata renuncia del General Director de Carabineros. Esa es la conclusión no solo de las redes sociales, sino de parlamentarios y la Defensoría de la Niñez. La incontinencia parece haberse adueñado de varias de nuestras autoridades. Especialmente tratándose de nuestros representantes en el Congreso, esperaría un poquito de quietud, y especialmente, un apego a la justicia.

Vamos por parte. ¿Pueden los hechos grabados en los videos darnos una categórica respuesta acerca de los hechos? Lamentablemente no. Es imposible concluir con suficiente grado de duda la intencionalidad del carabinero “empujando” al joven hacia el lecho del río. La única forma de confirmarlo sería poder medir la presión que las manos del carabinero pudieron ejercer sobre el cuerpo del joven. Ello no es posible con el video. Es perfectamente posible que el joven, ante la cercanía del carabinero abalanzándose sobre él, intentara esquivarlo moviéndose hacia el costado, descuidadamente, y cayendo sobre el lecho de río. Solo él y el carabinero saben si hubo suficiente empujón o presión para causar la caída. El resto de nosotros somos todos espectadores de una situación que admite ambas interpretaciones, y solo podemos reaccionar ante lo que vemos.

El caso se dilucidará con la declaración de ambos involucrados, y ojalá que ambos tengan la máxima entereza de dar su mejor apreciación de los hechos, sin distorsión, pues si fue un accidente consensuado por ambos, todo llegará hasta allí.

Si ese no es el caso, tenemos un problema mayor de justicia. Si yo fuera padre del joven, clamaría por la máxima justicia, esto es encarcelamiento del carabinero y renuncia del Director General de Carabineros. Me perturba sobremanera que éste es el clamor impulsivo de muchos parlamentarios y figuras de oposición. Padecen de una incontinencia política solo comparable a la incontinencia de un adolescente en su etapa púber. No entiendo cómo les ocurre en su avanzada edad. La verdad es que el clamor de justicia en este momento debe tener especial consideración con el carabinero involucrado y su familia. Ellos son los que están expuestos hoy a la máxima amenaza de injusticia. Ellos serán los únicos dramáticamente afectados si este juicio público popular, que violenta la conciencia de todos quienes queremos un país democrático, llega a su fin y él termina crucificado.

No estoy para conclusiones neutras o amarillas. A mi juicio personal, los eventos grabados en los videos no permiten juzgar la intencionalidad el carabinero para arrojar alevosamente al joven al lecho del río. Me da vergüenza ver cómo parlamentarios, cito el caso de Gabriel Boric, representante nuestro en el Congreso Nacional, que en un caso de incontinencia propia de un joven púber, no trepida en denunciar una violación de DD.HH. que no es posible determinar a esta altura de los hechos. Esperaría de nuestros parlamentarios contención en momentos tan importantes como estos.

Espero que la justicia racional, esto es, la verdadera justicia, pueda anteponerse a lo que parece ser un intento de justicia popular que todos los demócratas de verdad debemos denunciar. (El Líbero)

Patricio Arrau

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