“Queríamos estar los tres juntos, porque nos queremos mucho”, dijeron hoy la presidenta de la UDI, Jacqueline van Rysselberghe, y su par de RN, Mario Desbordes, mientras que el timonel de Evópoli, Hernán Larraín Matte, acotó: “Es una señal de unidad”.
Con esas frases los dirigentes de Chile Vamos explicaron la puesta en escena que se dispuso hoy en el patio de Los Naranjos de La Moneda y que, minutos antes de que finalizara el comité político, se había acordado en conjunto con los ministros. Los últimos días el oficialismo ha protagonizado un duro cruce de cuestionamientos en medio del debate sobre la reducción de la jornada laboral. Y la idea era, justamente en medio de ese escenario, dar una señal de unidad públicamente.
Sin embargo, previamente, en la reunión del comité político -dicen en el bloque- hubo recriminaciones cruzadas. Y la cita, incluso, estuvo marcada por la sorpresiva intervención del propio Presidente Sebastián Piñera, quien retrasó una actividad que tenía contemplada y se sumó, pasadas las 11.00, al encuentro junto al ministro del Trabajo,Nicolás Monckeberg, con una idea muy clara: ordenar a la coalición para frenar las críticas que han surgido del oficialismo al Ejecutivo.
Algunos de los presentes dicen que el Mandatario habló con un tono marcadamente duro, apelando a un “grave desorden” en el oficialismo y cuestionando la existencia de voces disidentes en el bloque, justamente luego que parlamentarios de RN salieran a respaldar el proyecto de la oposición –liderado por la diputada PC Camila Vallejo– que reduce la jornada laboral a 40 horas, pese a que el propio Piñera ha dicho que esa iniciativa es “inconstitucional”. Otros de los asistentes, en cambio, señalan que la intervención del Presidente no fue particularmente severa, sino que, más bien, se concentró en -sin apuntar a nadie en particular- remarcar la necesidad de actuar unidos en esta materia.
El Mandatario, según presentes, fue enfático en señalar que no podía haber desorden en esta materia y que tenían que estar todos alineados para enfrentar el proyecto opositor, ya que, a su juicio, si esa iniciativa se aprueba significaría un duro golpe para los empleos y la economía del país.
La polémica en el bloque surgió en el comité político del lunes pasado. Ese día se conoció la encuesta Cadem que arrojó que más de un 70% apoya la idea de Vallejo, lo que despertó las alarmas en los dirigentes de Chile Vamos y advirtieron que se debía “comunicar mejor” el proyecto del gobierno, ya que la moción de la oposición estaba concitando un amplio respaldo ciudadano. De ahí en adelante comenzaron una seguidilla de episodios que fueron generaron roces al interior del bloque: los apoyos de parlamentarios RN al proyecto de Vallejo, las críticas de la UDI al ministro Monckeberg, las recriminaciones cruzadas entre RN y la UDI y, finalmente, Evópoli criticando la indicación del gobierno y pidiendo volver al proyecto original. Esto último, dicen en el oficialismo, fue la “gota que rebasó el vaso” y la razón por la cual Piñera decidió intervenir directamente.
Así, en el comité político, que se extendió por casi dos horas, los dirigentes expresaron sus reparos a cómo se había comunicado el tema. Según presentes, el senador de Evópoli Felipe Kast fue claro en señalar que se habían cometido errores. El Mandatario, en tanto, de acuerdo a las mismas fuentes, defendió el proyecto del gobierno y argumentó que la idea de rebajar las horas estaba en el proyecto original del La Moneda. Piñera dijo también que bajar las horas laborales era una iniciativa que venía desde su primer gobierno e, incluso, recordó que durante la campaña presidencial de 2005 debatió este tema con los entonces candidatos Michelle Bachelet y Tomás Hirsch. Además, recalcó que la iniciativa forma parte del programa del Ejecutivo, junto con detallar el proyecto del gobierno y hacia dónde apunta la indicación.
Tras participar del comité político, en el marco de una actividad, Piñera reforzó -con un tono menos crítico en contra de la oposición, a diferencia de la semana pasada- que su iniciativa contempla una gradualidad. Y también confirmó que la indicación la presentarán esta semana.
Indicación del gobierno
Luego de varias intervenciones, los dirigentes llegaron a un acuerdo con los ministros en la cita para intentar empezar a despejar las diferencias: los partidos trabajarán en conjunto la indicación para rebajar la jornada laboral y lo harán con sus respectivos equipos técnicos. Esto, para calmar los cuestionamientos en Evópoli y las dudas de RN y la UDI sobre el impacto que tendría en las pymes.
La primera reunión -dicen- será mañana. De hecho, a los dirigentes de la coalición les entregaron dos minutas destacando aspectos de la iniciativa de La Moneda en comparación con el proyecto de la oposición. En esa línea, se acordó seguir la ofensiva en contra de la iniciativa de Vallejo, enfatizando que esa moción repercutirá en los empleos.
“Efectivamente, durante los últimos días tuvimos algunos ruidos por parte de nuestra coalición”, reconoció la ministra de la Segegob, Cecilia Pérez, quien dio un punto de prensa con Monckeberg tras el comité político. El titular del Trabajo, en tanto, evitó hacer una autocrítica y señaló que “nunca hemos puesto en duda el apoyo de Chile Vamos”.
Van Rysselberghe, asimismo, indicó que “hay consenso en los tres partidos de que el proyecto del PC es un muy mal proyecto. Le hemos solicitado al Ministerio del Trabajo que nos entregue los estudios en donde se acredita que, con ese proyecto, se pierden cerca de 300 mil puestos de empleos”. Respecto a la elaboración de la indicación, la timonel UDI comentó que esa tarea no solo se va a realizar con los integrantes de la comisión respectiva, “sino que también con los partidos políticos, porque necesitamos que esto se mantenga en orden, tiene que salir un buen proyecto”.
Por su parte, Desbordes sostuvo que “vamos a apoyar el proyecto del Ejecutivo”. En esa línea, sobre los apoyos de parlamentarios de su partido al proyecto de Vallejo, comprometió los votos y dijo: “Estoy seguro que los vamos a convencer a todos” de apoyar el mensaje de La Moneda.
La Tercera