El mecanismo de la Segpres

El mecanismo de la Segpres

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A raíz de la creación del Ministerio de Seguridad y los nuevos roles que tomará el Ministerio del Interior se planteó la posibilidad de eliminar la Segpres, y, de paso, también la Secretaría General de Gobierno, dejando un solo ministerio político. La idea es tentadora, pues reducir el aparato público siempre es popular.

La ministra Tohá hizo ver que si se suprime la Segpres el ministro del Interior se la pasaría en el Congreso, y no sirve tener un subsecretario, pues los parlamentarios no aceptarían que le bajaran el nivel a quien es su interlocutor. Además, dicho ministerio ha jugado un rol clave en la historia política reciente y podría tener más peso aún, si no existiera un segundo piso sobredimensionado en sus funciones.

Para recordar, dicho organismo surgió cuando Pinochet, en los últimos días de la dictadura decidió darle rango ministerial a su estado mayor político, convirtiéndose el general Ballerino en el primero en ocupar dicho puesto, aunque se formalizó su creación al partir la democracia, con Edgardo Boeninger, a cargo. El nombre lo decía todo y correspondía a quien ejercía en nombre del presidente las funciones de articulador político.

El ministro, fiel a su profesión de ingeniero civil, armó dicho organismo bajo esa lógica. Así, lo convirtió en una pieza esencial que evitó que el sistema se desordenara, en los difíciles momentos de la transición. Como en una máquina compleja, donde las leyes de la física y la termodinámica rigen el movimiento y la estabilidad, la Segpres garantizó entonces que las fuerzas en juego no condujeran al caos.

Posteriormente ha mantenido el equilibrio y la eficiencia en el flujo de decisiones entre el Ejecutivo y el Congreso. Así, también le toca preocuparse de los excesos de entropía o desorden propio de los sistemas políticos, que también se rigen por la Segunda Ley de la Termodinámica.

Ese esquema se mantuvo con Frei, que también colocó personas de su confianza, y empezó a desordenarse con Lagos, que optó por darle fuerza a un segundo piso de personas cercanas y dejar la Segpres como parte de las ecuaciones de ajuste político. Durante su gobierno pasaron tres ministros, y en el siguiente de Bachelet, dos más.

El primer gobierno de Piñera, con Cristián Larroulet en dicho puesto retomó el papel de articulador de la política, y también de control de gestión del gobierno, fortaleciendo además la función jurídica que habría creado Carlos Carmona en su momento. Sebastián Soto ocupó ese rol, manteniendo el diseño original con el que se había pensado. La llegada de Jackson a dicho puesto, donde se veía a sí mismo como un nuevo Boeninger, pero moralmente superior, podría haber sido un retorno al sistema original, pero la derrota en el plebiscito de septiembre de 2023 convirtió el asunto en farsa.

Hoy juega un rol fundamental en la relación con el Congreso, asunto que se volvió crítico con la pérdida de mayorías en el cuerpo legislativo, y pese a todas las dificultades ha logrado tener un buen desempeño. En el futuro, es probable que siga el parlamentarismo de facto, por lo que se requerirá un tejedor más que un ingeniero. Se hace entonces imposible pensar en suprimir dicho órgano por el rol que juega en la estabilidad de un gobierno. (La Tercera)

Carlos Correa Bau