El problema está lejos de desaparecer

El problema está lejos de desaparecer

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Este miércoles que recién pasó, funcionarios de la PDI y de Carabineros llevaron a cabo un megaoperativo. Veintiún allanamientos y seis detenidos. De acuerdo a las declaraciones que dieron las autoridades, este fue un golpe certero a una célula del Tren de Aragua: Los Piratas de Aragua.

Agregaron que el operativo era, además, internacional y que hubo otros detenidos en otros países. También explicaron que parte de los capturados en Chile estarían vinculados al homicidio del teniente en retiro Ronald Ojeda, el ex militar venezolano que fue secuestrado, asesinado y enterrado en una toma, hace casi un año en Santiago.

En el punto de prensa también indicaron que con este operativo quedaba, prácticamente desarticulada la célula y se veían seriamente afectada la operatividad del Tren de Aragua en nuestro país.

Como titular es muy bonito y para muchos, quizás, hasta tranquilizador. Pero les tengo malas noticias: una célula no es la banda entera, los líderes que capturaron responden a una estructura más grande, es decir hay cabecillas por encima con una planificación de joyero para seguir operando y hay quienes están esperando ocupar esos puestos que queden vacantes. Estamos hablando de una megabanda.

La detención de una célula no elimina a la organización, más bien, suele derivar en reacomodos internos o en el fortalecimiento de otras ramas. Funcionan como empresas y como tal se reestructuran, reorganizan, mutan, especializan y se hacen más fuertes porque tienen una estructura resiliente y adaptativa.

El Tren de Aragua funciona bajo un modelo de red que lo hace particularmente resistente a los operativos policiales. Este tipo de estructuras, según un informe del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS), permite que las células actúen con independencia operativa, dificultando su erradicación incluso después de golpes significativos. En el caso chileno, si bien los operativos recientes son avances relevantes, que hay que valorar y aplaudir, no abordan la capacidad regenerativa de esta organización.

Es importante tomar en cuenta lo que varios sociólogos han señalado: las acciones punitivas aisladas pueden generar un vacío de poder que otras bandas o facciones criminales aprovechan para intensificar sus operaciones.

Los operativos por sí solos no van a funcionar. Se necesita abordar esto con un enfoque integral que, entre otras cosas, aborde las causas estructurales que le dan cimientos al crimen organizado.

Por otro lado, no debemos desestimar la importancia de aprender, como ciudadanos de a pie, cómo gestionar nuestra seguridad. Capacitarnos para evitar ser víctimas de alguno de los delitos, que trajeron consigo estos delincuentes, es un obstáculo importante para ellos, porque no están acostumbrados a tratar con personas preparadas en el tema. Ahí tendríamos una ventaja importante. (Red NP)

Gonzalo Cornejo

CEO de Insight Security