Con un padrón de casi 120 mil militantes cuenta el PS para la próxima elección interna de la colectividad, que se realizará el 26 de abril. Sin embargo, existe un reducido grupo de figuras de la tienda que dirige Osvaldo Andrade cuya posición frente a esos comicios resultará clave: aquellos que ocupan altos cargos en el gobierno de Michelle Bachelet.
Los comicios del PS tienen un sistema indirecto, en el que primero se vota por la conformación del comité central (un centenar de cupos). Y es este organismo interno el que elige, posteriormente, a la mesa, por lo que el peso de los líderes de los distintos sectores será fundamental.
Así, pese a que ninguna autoridad de Palacio ha realizado apoyos explícitos -para mantener prescindencia ante la contienda-, cada una de ellas tiene definida, en reserva, una posición ante las candidaturas de la senadora Isabel Allende y de los ex timoneles Camilo Escalona y Gonzalo Martner.
En el partido explican que es este último -no identificado con ninguna corriente mayoritaria- a quien ven en La Moneda con mayor distancia. Así, los apoyos desde el Ejecutivo se han ido distribuyendo entre Allende -referente de las “Grandes Alamedas”- y Escalona, líder de la “Nueva Izquierda”, el “lote” mayoritario del PS.
En este último sector se ubica el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, con quien el ex senador mantiene una histórica cercanía. La misma relación mantiene el otrora factótum de Bachelet con los ministros Máximo Pacheco (Energía), Carlos Furche (Agricultura) y Alberto Arenas (Hacienda). Con este último mantiene una amistad desde hace varios años. Y en diciembre de 2014, Patricio Tapia -que lidera la campaña de Escalona- se integró al equipo de Hacienda como coordinador del comité pro inversión.
En una situación similar se encuentra la jefa de gabinete de la Presidenta Bachelet, Ana Lya Uriarte, considerada la mujer más fuerte del grupo de asesores del denominado “segundo piso”. La ex ministra de Medioambiente mantiene una relación de años con Escalona y Aleuy, que se inició cuando militaban en la entonces Izquierda Cristiana. Patricia Silva, subsecretaria de la Segpres, es otra de las autoridades que en el pasado apoyaron a Escalona. En 2013, por ejemplo, fue una de las firmantes de una carta redactada por dirigentes políticos respaldando al ex timonel del PS, luego que éste se negara a participar en una primaria interna del oficialismo para competir por un cupo senatorial en la Región del Biobío. Además, a nivel sectorial, el subsecretario de Vivienda, Jaime Romero, es un declarado “escalonista”.
Sin embargo, la serie de críticas que ha manifestado Escalona a la conducción del gobierno y a las reformas estructurales promovidas por Bachelet fueron fuertemente resentidas en un amplio espectro del gobierno. A esto se sumó el duro diagnóstico que manifestó el ex senador respecto del manejo del ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo, ante el caso Caval.
Así, la posición que ha adoptado Allende frente a los ojos de Palacio es completamente distinta. Desde su rol como presidenta del Senado en 2014, la legisladora actuó como una aliada de Bachelet en el Congreso. Fue bajo esa lógica que ya en noviembre de 2014 desde La Moneda le manifestaron a la hija del ex Presidente Allende, en privado, su apoyo para que lidere el PS.
En este sentido, quienes están alineados con la decisión de Palacio son, por ejemplo, el ministro vocero de Gobierno, Álvaro Elizalde, parte del “tercerismo” socialista. Es, precisamente, este sector el que servirá como la principal base de apoyo para Allende en las elecciones internas.
A esta misma tendencia pertenece el presidente del directorio de TVN, Ricardo Solari, quien ha apoyado públicamente a Allende, y que el 11 de de marzo pasado participó de una cena en apoyo a su candidatura. Del “tercerismo” también figuran en el gobierno los subsecretarios del Trabajo, Francisco Díaz, y de Turismo, Javiera Montes, hija del senador Carlos Montes, ambos partidarios de la postulación de la senadora. (La Tercera)
