Empleo femenino: un gran aporte

Empleo femenino: un gran aporte

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Poco a poco estamos retomando ciertos niveles de normalidad pre-pandemia, gracias al avanzado proceso de vacunación que tenemos en Chile y la evolución del virus: se relajan los aforos, los niños vuelven al colegio y los estudiantes a las universidades y terminar con el Plan Paso a Paso gana adeptos. Sin embargo, hay algo que aún está lejos de ser como antes: la participación femenina en el mercado laboral.

Hasta comienzos de 2020, este indicador logró superar el 50% por primera vez en su historia, es decir, una de cada dos mujeres en edad de trabajar se incorporó al mercado laboral. Un dato histórico para Chile, pero aún lejos de economías más desarrolladas. Lamentablemente, la crisis del coronavirus nos demostró lo frágiles que son estos logros cuando no están sustentados sobre cambios culturales, legales y regulatorios e institucionales que los consoliden. Muchas mujeres debieron sacrificar su trabajo por el cuidado de sus hijos y el hogar, por lo que su participación en el mercado del trabajo se desplomó casi 10 puntos porcentuales, al descender al 40%, su cifra más baja en décadas.

En materia de emprendimiento, observamos una alta tasa de creación de proyectos liderados por mujeres en los últimos años, lo que sin duda es un logro, pero los emprendimientos liderados por hombres han crecido a un ritmo similar e incluso superior.

Si bien en los últimos meses hemos visto una recuperación en este ámbito (48% en enero último), recién estamos en niveles similares a los de hace una década. Por eso es urgente tomar medidas como detectar y acompañar el talento femenino tempranamente en las organizaciones, escuchar las necesidades y atender las flexibilidades necesarias en las diversas etapas, para que dicho talento no se pierda y alcance el máximo potencial de contribución a la economía y al país.

Una buena señal es el actual consenso y evidencia sobre la importancia estratégica e impacto a la productividad de abrir mayores espacios a la mujer en el plano económico, que marca el inicio del cambio cultural profundo que requiere nuestro país como base para avanzar hacia la equidad de género. Esperamos, además, que las mujeres se atrevan, se empoderen y confíen en sus capacidades para desarrollarse con éxito en los más distintos ámbitos del mundo laboral y que frente a nuevas adversidades no sea el empleo femenino el que se vea desequilibradamente más afectado. (El Mostrador)

María Teresa Vial

Presidente de la Cámara de Comercio de Santiago

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