Hace unos días la policía de la localidad de Livonia, en el estado de Michigan, fue llamada para investigar un vehículo que llevaba un tiempo abandonado en la vía pública, algo más que común en Estados Unidos.
No obstante, el Corvette de 1981 denunciado escondía más de un secreto para los representantes de la ley. Al llegar al lugar los oficiales dispusieron que el deportivo fuese remolcado hasta la estación policial a la espera que su dueño lo fuera a retirar.
Como dicta el procedimiento, el auto fue investigado comparando su VIN (número de identificación del vehículo) con los registros existentes en la red de información que la autoridad mantiene del parque automotriz.
Ahí se encendió la primera alarma, ya que el sistema arrojó error. Intrigado, un detective del departamento de policía que tenía capacitación especializada en investigaciones de robo de automóviles, revisó el deportivo con la esperanza de hallar el VIN secundario que el fabricante pone en un lugar “confidencial” para este tipo de casos.
Ahí comprobó que la placa del registro del coche había sido adulterada y que el Corvette fue reportado como robado hace 38 años cuando recién había salido de fábrica.
Según se reveló, el auto fue sustraído en la ciudad de Pontiac, en el condado de Oakland, momento en el que desapareció del mapa hasta hace unos días cuando fue remolcado por la policía.
Lo más llamativo, dijeron los efectivos, es que pese a los años transcurridos el Corvette está en perfecto estado y durante estas casi cuatro décadas tuvo muy poco uso.
De hecho, en su tacómetro solo se anotan 17.703 kilómetros recorridos durante todos estos años.
El departamento de policía ahora trata de localizar al propietario original del Corvette quien podría llevarse una gran sorpresa siempre y cuando no haya presentado un reclamo a la compañía de seguros tras el robo. De haberlo hecho, explicaron, el Corvette pasará a ser propiedad de la aseguradora. (Emol-Agencias)
