Un nuevo alto el fuego entró en vigor en las regiones de Donetsk y Lugansk, escenario desde hace casi tres años de un conflicto armado que se ha cobrado casi 10.000 muertos, 2.000 de ellos civiles, según datos de la ONU.
El acuerdo para la tregua fue alcanzado en Minsk el pasado 21 de diciembre en una reunión del Grupo de Contacto Tripartito para el arreglo del conflicto -Ucrania, Rusia y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE)-, con la participación de los separatistas prorrusos de Donetsk y Lugansk.
El cese de las hostilidades comenzó a regir a las 00:00 horas de este sábado (24.12.2016) (22:00 GMT del viernes).
Según el mando de las fuerzas ucranianas emplazadas en la zona del conflicto, esta mañana el alto el fuego se respetaba en toda la línea de separación de fuerzas. No obstante, observadores de la OSCE informan entretanto de explosiones y tiroteos en la línea del frente.
NEGOCIACIONES ESTANCADAS
En vísperas de la entrada en vigor de la tregua -la décima desde que comenzó el conflicto- se habían intensificado las escaramuzas entre las milicias separatistas y las fuerzas gubernamentales. Tan solo en la última semana, 10 militares ucranianos murieron en combate, informó ayer el portavoz del Ministerio de Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko.
Las negociaciones para el arreglo del conflicto están estancadas, entre otras cosas, por la falta de acuerdo sobre las elecciones en las zonas controladas por los separatistas, ya que Kiev exige garantías de seguridad y la presencia de observadores internacionales.
Además, Ucrania demanda el control de la frontera entre las regiones de Donetsk y Lugansk y Rusia, mientras Moscú pide a Kiev que apruebe antes una ley que otorgue un elevado nivel de autonomía a las zonas separatistas.
A finales de noviembre pasado, en reunión en Minsk, los ministros de Exteriores de Ucrania, Rusia, Francia y Alemania no consiguieron acordar una hoja de ruta para el arreglo del conflicto en el este ucraniano. (DW, efe, dlf)