España: Congreso inicia debate de moción de censura a Pedro Sánchez

España: Congreso inicia debate de moción de censura a Pedro Sánchez

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Llegó el día en el que el Congreso de España debatirá -hasta mañana- la moción de censura a Pedro Sánchez por parte del partido Vox, que pretende hacer presidente del Gobierno a su presidente, Santiago Abascal. La idea, sin embargo, no cuenta con respaldo ni en los partidos del Ejecutivo de coalición ni en los de la oposición, por lo que todo apunta a que será la menos votada de las cinco registradas en la democracia constitucional.

El líder de Vox, Santiago Abascal, en su intervención como candidato propuesto para relevar al presidente Pedro Sánchez, ha prometido convocar elecciones antes de que termine el año si la moción de censura que lidera en el Congreso llegase a prosperar y, hasta entonces, ha avanzado que se conformaría un Gobierno de emergencia nacional. Ha explicado que ese Gobierno de emergencia nacional sería «reducidísimo», «no como esta manifestación de distintas sensibilidades ideológicas», en referencia al Ejecutivo de Pedro Sánchez.

Abascal ha justificado las elecciones porque están «en peligro» los intereses de los españoles: «La salud, el pan, la libertad, el futuro y la patria».

El líder de Vox ha dicho que se presenta como candidato para resolver esta «anomalía» y devolver el voto a los españoles y para que los partidos expliquen qué se puede hacer para recuperar «la paz y la libertad».

ABASCAL ABOGA POR ELIMINAR 17 PARLAMENTOS AUTONÓMICOS

Abascal ha abogado por eliminar los parlamentos de las 17 comunidades autónomas y por expulsar a los diputados del Congreso que no defiendan la soberanía nacional, todo ello, a su juicio, para ahorrar gastos político y poder pagar las pensiones.

Abascal ha señalado que Italia «ha marcado el camino» con su reforma constitucional para eliminar un tercio de sus parlamentarios.

«A nosotros nos sobran 17 Cámaras autonómicas y los diputados que dicen no representar a la soberanía nacional -ha señalado-. También podríamos ahorrárnoslos y hay que hacerlo para salvar las pensiones».

Para el candidato a la Presidencia del Gobierno, «hay que reducir drásticamente el gasto político»: «Tendremos que elegir entre ayudar a nuestros mayores o continuar con el derroche autonómico», ha emplazado.

Vox ya defendió en el Congreso una reforma para ilegalizar a partidos independentistas y recientemente protagonizó una polémica en redes sociales al recomendar «devolver a Argentina una patada en el culo» a Gerardo Pisarello, un diputado de En Comú de origen argentino que actualmente ocupa un puesto en la Mesa del Congreso.

ABASCAL: GESTIÓN DE PANDEMIA «NEGLIGENTE Y CRIMINAL»

Abascal tachó la gestión del Gobierno de Pedro Sánchez en la pandemia del Covid-19 de «negligente y criminal». Abascal insistió que no hay un país en el mundo en el que se haya hecho una peor gestión.

El dirigente de Vox ha dicho que Sánchez preside el peor Gobierno de España en 80 años («y quizás me quede corto», ha apostillado), y ha calificado al Ejecutivo de ser «una mafia».

Abascal ha criticado, además de la gestión del Gobierno ante la pandemia de coronavirus, sus supuestos ataques a la monarquía, el poder judicial, la oposición «y cualquier institución democrática que se le ponga enfrente».

Por ello, ha advertido de que los diputados que le apoyen y le den su confianza en la moción «son responsables ante el pueblo español de sus públicas y ya conocidas fechorías».

«Su único legado, señor Sánchez y señor Iglesias, es tristeza y tragedia», ha dicho. Abascal ha asegurado que «nadie va a venir a salvarnos» en referencia a las ayudas europeas y ha dicho que de esta crisis nos sacarán los españoles. «Viva España, viva al Rey» concluyó tras dos horas de intervención.

VOX: MOCIÓN ES UN «DEBER NACIONAL»

El debate ha arrancado a las nueve de la mañana y se desarrollará de acuerdo con lo establecido en el artículo 113 de la Constitución y el 177 del Reglamento del Congreso. Así, el primero en subir a la tribuna ha sido el diputado por Barcelona y candidato del partido a las futuras elecciones en Cataluña, Ignacio Garriga, quien se ha encargado de defender la moción, sin límite de tiempo.

Ejerce así el mismo papel que desempeñaron el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, en 2018 en la moción de Pedro Sánchez contra Mariano Rajoy, y la ‘número dos’ de Podemos, Irene Montero, con Pablo Iglesias en 2017 también contra el entonces líder del PP.

Garriga ha iniciado el debate de la moción defendiendo que es «un deber nacional». El candidato de Vox en las próximas elecciones catalanas, previstas para febrero, ha iniciado su intervención con desmentidos a las elucubraciones que, según sus palabras, se han desarrollado en «espacios mediáticos y tertulias convenidas».

La moción, ha añadido, ni es «una operación de marketing» de Vox, ni busca reforzar a la «coalición social-comunista» en el Gobierno.

«Es un deber nacional», ha zanjado tras recordar que la moción de censura es una herramienta para «cambiar gobiernos» contemplada en la Constitución y en el reglamento del Congreso.

Frente a la fachada principal del Congreso se ha concentrado medio centenar de seguidores del partido de Santiago Abascal que, a ratos, han pedido a gritos la dimisión del Gobierno, portando banderas de España y paraguas con los colores de la enseña nacional.

Por su parte, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, ha asegurado a su llegada al Congreso que, con la actual situación que atraviesa España por la pandemia del coronavirus, es una «pérdida de tiempo» debatir la moción de censura que ha presentado Vox contra el Gobierno de Sánchez.

«Con fallecidos, con rebrotes y con contagios, la verdad es que esta moción de censura es una pérdida de tiempo», ha afirmado el ‘número dos’ del PP. El Grupo Popular mantiene la incógnita sobre si votará «no» a esa iniciativa del partido de Santiago Abascal u optará por la abstención.

LA OPOSICIÓN, DE MENOR A MAYOR

Tras el discurso de Abascal, y la réplica por parte del Gobierno, la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, interrumpirá la sesión y, cuando ésta se reanude, será el turno de los grupos parlamentarios, que intervendrán de orden de menor a mayor por un tiempo de treinta minutos.

Esto es, comenzará el Grupo Mixto, con Tomás Guitarte (Teruel Existe), Isidro Martínez Oblanca (Foro), José María Marzón (PRC), Carlos García Adanero (UPN), Pedro Quevedo (Nueva Canarias), Ana Oramas (Coalición Canaria), y la CUP.

El segundo grupo en intervenir será Bildu, representada por Mertxe Aizpurua, seguido del PNV (presumiblemnente Aitor Esteban), Ciudadanos (Inés Arrimadas), y los miembros del Grupo Plural: Néstor Rego (BNG), Joan Baldoví (Compromís), Íñigo Errejón (Más País) y Laura Borràs (Junts).

En función de la hora, continuará Esquerra Republicana (ERC) con Gabriel Rufián (ERC); Unidas Podemos con Lucía Muñoz y Sofía Castañón por Podemos, Roser Maestro por IU y una diputada de En Comú; Vox, que tiene su propio turno de intervención: el PP, presumiblemente con Pablo Casado (PP); para cerrar con el PSOE y Adriana Lastra.

A todos ellos podrá ir contestando Abascal uno por uno y ellos tendrán derecho a una réplica de diez minutos. Como no dará tiempo a que todos hablen el miércoles, en algún momento se parará la sesión para continuar al día siguiente por la mañana. En todo caso, los grandes grupos parlamentarios se esperan para el jueves.

Tanto Esquerra Republicana (ERC) como Bildu han intentando promover un boicot a Vox planteando a los grupos no intervenir en el debate para «hacer el vacío» a Abascal pero tanto el PSOE como Unidas Podemos declinaron la propuesta. Es más, se espera que todas las formaciones tomen la palabra y que los portavoces no renuncien ni a un minuto de su tiempo.

Concluido el debate, que previsiblemente se prolongará hasta el jueves, se anunciará la hora de la votación. El Reglamento establece que ésta será pública y por llamamiento, pero sólo podrán decir su voto de viva voz los presentes en el hemiciclo.

Para esta sesión, y dadas las restricciones por motivos sanitarios, se mantiene la recomendación de que los grupos no envíen cómo máximo a la mitad de sus diputados, aunque está por vez qué hacen los 52 de Vox.

PARTE DE LOS VOTOS SERÁN TELEMÁTICOS

La Mesa del Congreso decidió que los que no acudan a la Cámara puedan emitir su voto telemáticamente, que después será leído por el secretario de la Mesa. Así, se alternará la votación presencial y ‘delegada’ cuando se vaya nombrando uno a uno a los diputados para que comuniquen su ‘sí’, su ‘no’ o su ‘abstención’. La Mesa elegirá por sorteo quién empieza.

En el hipotético caso de que Abascal obtuviera el respaldo de la mayoría absoluta del Congreso, se consideraría «investido de la confianza de la Cámara» a los efectos previstos en el artículo 99 de la Constitución. Pero si, como sucederá, la moción es rechazada, los diputados que la han suscrito no podrán firmar otra durante el mismo periodo de sesiones, es decir, antes de febrero.

Abascal no tiene ninguna posibilidad de desalojar a Sánchez de la Moncloa y, de hecho, su moción es la que parte con menos apoyos de las debatidas hasta el momento. De entrada, ya está confirmado el ‘no’ de PSOE y Unidas Podemos, de Ciudadanos, de las formaciones independentistas (ERC, Bildu, Junts, la CUP y BNG), de las nacionalistas (PNV y CC) y de bena parte de los demás partidos minoritarios, entre ellos Más País y Compromís y el grueso de los miembros del Mixto (UPN, Nueva Canarias, Teruel Existe y el Partido Regionalista Cántabro).
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La primera moción de censura data de 1980, cuando el PSOE de Felipe González intentó sacar de La Moncloa a Adolfo Suárez, y, la segunda, llegó siete años después, en 1987, cuando la Alianza Popular de Antonio Hernández Mancha hizo lo propio contra González. Ninguna de las dos prosperó, como tampoco lo hizo la que, 20 años más tarde, impulsó Pablo Iglesias en 2017 contra Rajoy.

En 1980, Felipe González logró el respaldo de 152 diputados (socialistas, comunistas, andalucistas y tres representantes del Grupo Mixto), frente al rechazo de 166 y la abstención de otros 21 -en la sesión se registraron 11 ausencias-. Es decir, el PSOE se quedó entonces a 24 votos de conseguir la aprobación de la moción de censura, lo que catapultó a González, que dos años después logró una holgada mayoría absoluta.

MOCIÓN MENOS VOTADA LOGRÓ 68 VOTOS

Más lejos de la mayoría se quedaron las mociones de Pablo Iglesias, que recabó 82 a favor (Unidos Podemos, ERC, Compromís y EH Bildu), y de Antonio Hernández Mancha (68 votos de la entones Alianza Popular, antecedente del PP)

La última moción, la que permitió a Sánchez acceder a La Moncloa en junio de 2018, fue la única que prosperó al reunir 180 votos a favor (PSOE, Unidas Podemos, ERC, PDeCAT, PNV, Compromís, Bildu y Nueva Canarias) frente a 169 en contra (PP, Ciudadanos, UPN y Foro Asturias) y una abstención, la de Coalición Canaria.

La de Vox, apunta a ser la menos votada ya que, de entrada, Vox solo cuenta con el respaldo de sus 52 diputados, por debajo incluso de los 68 votos de la Alianza Popular de Antonio Hernández Mancha en 1987 y de los 82 que cosechó Pablo Iglesias y Podemos en 2017. (DF)

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