Hacinamiento, inundaciones y hasta una plaga de roedores deben enfrentar a diario en su sede los estudiantes de la carrera de Administración Pública de la Universidad de Chile, que esta madrugada decidieron ocupar la casa central del plantel para visibilizar su problema.
Luego de estar tres semanas en paro, un grupo de unos 50 estudiantes ocuparon la casa central –que recién fue remodelada– y los servicios centrales de la universidad (torre 15) para exigir una solución a las autoridades del plantel.
Los estudiantes denuncian que tras el terremoto de 2010 han pasado por distintas sedes provisorias, la última de las cuales está ubicada en calle Moneda y que –según afirman– no cuenta con las condiciones mínimas de infraestructura. «Tipo 6 ó 7 de la tarde empiezan a salir ratones y pasan por arriba de las mesas, día por medio se revienta la bomba de agua, se inunda el patio, las ratas flotan y no hay agua en los baños», describe uno de los alumnos que participa en la toma.
A esto se suma que las salas de clases y el casino no dan abasto para recibir a todos los alumnos, que cada año se incrementan. «Como el casino es pequeño, no se puede cocinar ahí y la comida se trae de afuera y a veces no llega en buen estado», afirma uno de los estudiantes. Los alumnos piden ser trasladados a una nueva sede transitoria, pero que sea «digna», y que la rectoría autorice el inicio de las obras de construcción de un nuevo edificio que les fue prometido, que estaría ubicado en Vicuña Mackenna, proyecto que actualmente se encontraría entrampado.
TRABAS EN CONSTRUCCIÓN
De acuerdo a lo que señala el Centro de Estudiantes de Administración Pública (CEAP), las autoridades del plantel se comprometieron a construir un nuevo edificio en la antigua Facultad de Química y Farmacia, ubicada en Vicuña Mackenna 20, el que se inauguraría en 2018.
Sin embargo, para eso se requiere demoler la actual estructura, lo que ha generado la oposición de la Facultad de Arquitectura, que sostiene que se trata de un patrimonio. Ante esto, se decidió conformar una comisión que analice el tema, lo que es rechazado por los alumnos de Administración Pública que dicen que esto sólo retrasará la construcción.
Ante esta situación, los estudiantes emplazan al rector, Ennio Vivaldi, a que tome una posición clara y ordene cuanto antes la demolición del edificio. «Han hecho toda una campaña para que el edificio no se demuela y eso implica que la universidad seguirá arrendándonos una sede y botando la plata a la basura por diez años más», afirma un estudiante.
Los estudiantes de Administración Pública recibieron el apoyo de la presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (FECh), Valentina Saavedra, y actualmente se encuentran reunidos con el rector Vivaldi para intentar hallar una solución.