Los líderes de la eurozona dieron hoy un ultimátum al Primer Ministro de Grecia, Alexis Tsipras, para que presente propuestas definitivas y sólidas antes del viernes que permitan cerrar definitivamente la crisis helena el próximo domingo.
Los jefes de Estado y de Gobierno de la zona del euro evidenciaron que la crisis griega les está llevando a un punto de no retorno que no descartan termine de la peor manera posible, es decir, con la salida de Grecia del euro, después de meses de tensas e inconclusas negociaciones.
«No se puede excluir el peor escenario», admitió el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, al término de la cumbre extraordinaria celebrada este martes y concluida sin un acuerdo ante la ausencia de propuestas por parte de Atenas tal como se comprometió tras el referéndum del domingo.
«Estamos en el momento más crítico de nuestra historia», dijo Tusk, que señaló que una eventual salida del euro y el estudio del impacto de esa decisión «afectará a toda la Unión Europea» ya que ello tiene un alcance geoestratégico.
Para lograr los objetivos los líderes esta vez han hablado de plazos concretos y han puesto fecha a las presentaciones de propuestas que Atenas tiene ya que hacer sin más dilaciones.
Tsipras tendrá que presentar mañana una nueva solicitud de un tercer rescate y el jueves «a más tardar establecerá su propuesta para una agenda de reformas completa y específica que será evaluada por las instituciones y el Eurogrupo», dijo Tusk.
El sábado (11 de julio) se celebrará otra reunión extraordinaria de los ministros de Economía y Finanzas que comparten la moneda única, y que, al día siguiente (12 de julio), una nueva cumbre extraordinaria de los Veintiocho.
«Si esto fuera un fracaso, sería el final de las negociaciones con todas las consecuencias, incluida la peor hipótesis, en la que tendremos que ver si nuestra capacidad para llegar o no un acuerdo, sería dramática sobre todo para la solvencia de la economía griega y muy dolorosa para el pueblo griego», afirmó.
Agregó que «la realidad es que en los cinco días que hay por delante hay que encontrar el acuerdo definitivo. Hasta hoy se ha evitado a hablar de plazos, pero la fecha tope vence este fin de semana».
Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, señaló tener «poco que añadir» a lo dicho por Tusk, y pidió a Grecia que «de aquí al viernes por la mañana presente una propuesta definitiva, sólida y concluyente».
Recordó que el pasado viernes señaló que una negativa a una pregunta que «ya no era de actualidad», en referencia a que la consulta popular helena se hizo sobre propuestas expiradas, significaba que la posición negociadora griega quedaba debilitada.
«La parte griega va a seguir sus esfuerzos, usando para ello el arma contundente del resultado del referéndum, en el que quedó clara la voluntad de la mayoría de la población griega de lograr un acuerdo viable para poner fin a la discusión y dar la perspectiva de la salida definitiva de la crisis actual», dijo Tsipras.
La negociación se presenta intensa y contrarreloj ya que la situación se deteriora en Grecia, donde mañana se cumplen diez días de corralito, y con un tiempo muy limitado por delante con los bancos griegos cerrados, se mantienen los controles de capital y el dinero se acaba.
«Hay un sentimiento de que si no hay propuestas griegas será muy difícil proceder», dijeron fuentes europeas que indicaron que Atenas tendrá que presentar cifras concretas al Eurogrupo y a las instituciones antes conocidas como la troika (CE, BCE y FMI) para que éstas evalúen la situación.
El análisis, según las fuentes, examinará si hay riesgos para la zona del euro, la sostenibilidad de la deuda griega y las necesidades de capital que tiene el país, que el próximo 20 de julio tiene que abonar al BCE 3.500 millones de euros.
La canciller de Alemania, Angela Merkel, aseguró por su parte que que «aún no se dan las condiciones» para iniciar las negociaciones sobre un tercer programa de ayuda a Grecia, e insistió en pedir a Atenas «propuestas detalladas» antes del jueves.
Respecto a la deuda griega, Merkel afirmó que «no se va a producir una quita. Esto es un programa de rescate de la eurozona y no está permitido», y señaló que solo se hablará de ese asunto «después de que Grecia haya cumplido sus obligaciones».
«Estamos dispuestos a hacer todo lo que podamos para proteger el euro y la eurozona en su conjunto», afirmó la canciller alemana.
«Francia quiere que Grecia se quede en la zona euro y para eso trabaja. Pero la respuesta corresponde primero a Grecia», dijo el presidente de Francia, François Hollande, que subrayó que «será a finales de la semana cuando se tome la decisión».