Cuando Jorge Robles (64) llegó a la dirección de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos (ANEPE), no sabía si armar o no su oficina. Era enero de 2020 y el excomantande en jefe de la Fuerza Aérea de Chile (FACh) llegaba como director suplente a la institución ubicada en Av. Eleodoro Yáñez, en la comuna de Providencia. Su misión: aplicar el nuevo reglamento.
Entre julio y agosto de la misma anualidad, se llevó a cabo el concurso público para el puesto. Robles postuló y ganó. Y fue recién cuando salió el decreto con el nombramiento oficial que armó su oficina, la misma que durante estos días dejará tras presentar su renuncia indeclinable a la dirección de la ANEPE.
¿Los motivos? Diferencias con el subsecretario de Defensa, Fernando Ayala, y la imposición de un nombre desde la repartición para asumir la subdirección académica de la institución. “Me voy con un sabor amargo. No era mi deseo retirarme, estaba en la mitad de mi periodo reglamentario y no por mantener un trabajo uno va a aceptar que le quiebren los valores que uno tiene”, dice Robles en entrevista con la Unidad de Investigación de Radio Bío Bío.
– Pese al éxito de su periodo al mando de la ANEPE, ¿por qué renuncia?
Nosotros estábamos en este proceso de avance en nuestra academia y teníamos que nombrar a los subdirectores. Primero tuvimos durante estos dos años una transición financiera. Teníamos un traspaso de fondos desde la subsecretaría a la ANEPE, pero a contar de este año somos un programa independiente dentro de la institución, entonces teníamos la facultad de poder coordinar. Pedimos permiso a Hacienda, a objeto que nos aumentara en tres la planta, no teníamos planta, y poder contratar a los dos subdirectores como personal de planta que eso le permite tener actividad financiera y de responsabilidad.
– ¿Qué pasó?
Sin embargo, comenzamos a trabajar esos temas y podríamos haber hecho el concurso de los subdirectores en enero de este año, pero no lo hicimos, y podríamos haber partido en diciembre inclusive. No lo hicimos, y yo se lo dije al subsecretario saliente, le dije: ‘Mire, si hacemos un concurso ahora y nombramos los dos subdirectores antes que llegue el nuevo gobierno nos van a criticar’. Entonces yo prefiero que aplacemos el concurso, esperamos a las nuevas autoridades y hacemos el concurso con las nuevas autoridades a objeto que no se nos diga que estamos los mismos de siempre y hacer una apertura más grande.
– ¿Y el conflicto?
Los dos subdirectores fueron contratados por un mes, dos meses, y después la idea era que quedaran como PAC mientras terminara el proceso, y se lo ganara quien se lo ganara. Y de la noche a la mañana yo recibí la orden un lunes 28 de marzo de desvincular a los dos subdirectores, lo que para mí fue un golpe fuerte que no esperaba porque estábamos haciendo un trabajo y venía un proceso de concurso. De hecho me mandaron los documentos que me ordenaron la desvinculación. Yo hice presente lo inconveniente de este proceso, sin embargo la orden se mantuvo. Posteriormente el día 31 de marzo insistí nuevamente que no era conveniente, se tuvieron que ir los subdirectores y ahí con la autoridad, que es el subsecretario de Defensa, quedamos y consensuamos de que íbamos a seguir adelante con el concurso público con la elección de los dos subdirectores.
– ¿Se realizó dicho concurso?
Pasaron cuatro o cinco días y me llama el subsecretario y me dice: ‘Ya le tengo un subdirector’. Entonces le dije: ‘Para qué me va a nombrar un subdirector si teníamos los otros, por qué no nos quedamos con los otros’. No, es que aquí… ahí comenzamos y el diálogo comenzó a fracturarse. Yo le hice ver en reiteradas oportunidades la inconveniencia por varios motivos, sin embargo él insistió y el viernes 8 de abril me ordena vía telefónica y me insiste que el lunes 11 llega el nuevo subdirector para que sea contratado. Yo no estuve de acuerdo con esa posición, y se lo volví a reiterar la inconveniencia y le dije que me lo mandara por escrito porque esto iba contra lo que nos pedía la reglamentación y me mandó un e-mail, justamente que esta persona llegaba el lunes y todo lo demás.
– No fue una decisión fácil…
Ese fin de semana fue de mucho pensamiento para mí de cómo venía la ANEPE, así que le pedí audiencia el lunes 11; fui a hablar con él, una larga conversación muy dura donde le hice presente la inconveniencia de la orden que me estaba dando. Le di varios argumentos los cuales él no quiso escuchar y me insistió que esa persona debía ser contratada. Ante la insistencia de ese contrato, no me quedaba a mí otra salida que renunciar. ¿Y por qué? Porque el reglamento actual de la ANEPE dice que el subdirector debe ser propuesto por el director al subsecretario, y aquí me lo estaban imponiendo, entonces si yo firmaba ese contrato, yo mismo pasaba a no cumplir la reglamentación, y dentro de las facultades que tiene el director se me exige que yo tengo que dar cumplimiento a la reglamentación. Y esa fue la razón que me llevó a mi retiro con el dolor de mi alma.
GOLPE AL TABLERO
– ¿Influyó la subsecretaría de Defensa en su decisión?
Totalmente. La decisión fue de él, en otras palabras, de no querer escuchar y no deber el proceso que se estaba siguiendo acá.
– ¿Por qué cree que el subsecretario tuvo esa actitud?
Porque cuando uno trata de explicar los antecedentes y él insiste que no, y no hay peor barrera en una conversación cuando se parte con un no. El no para mí es una muralla, por eso siempre hay que dialogar y transparentar, entonces ya cuando se le exige y se ordena que se contrate no queda otra salida lamentablemente.
– ¿Cree que fue un error del gobierno no haber renovado los contratos de los subdirectores?
Lo que pasa es que ellos tenían la potestad de seguir hasta… O sea, claro que fue un error de no seguir con el proceso, no de renovar, de no seguir con el proceso, más que no renovar, porque el contrato terminaba el 31 de marzo porque se suponía que llegaba la respuesta de Hacienda, a objeto de que pasaran a PAC mientras esperamos el concurso público, eso sí fue un gran error porque se cortó todo un proceso y esto va a tener consecuencias lamentablemente, y espero que no sea así en la futura reacreditación de nuestra academia porque uno de los elementos que se pide por la CNA es la gobernanza de la institución.
– ¿Por qué cree que pese a comentarle ese “inconveniente” de desvincular a los subdirectores el subsecretario siguió con su postura?
No pude entender. No tuve una explicación.
– ¿Cuántas veces conversó con el subsecretario?
A ver, para la desvinculación de los dos subdirectores en tres oportunidades: el lunes 28, el martes 29, y posteriormente el lunes 31, en tres oportunidades. Y con el caso del subdirector que me impuso, cuatro o cinco oportunidades.
– ¿Se intentó descabezar la ANEPE, como lo dijo el diputado Becker en la pasada Comisión de Defensa de la Cámara?
Creo que con esto se descabezó. Yo debo asumir mi cuota, con mi retiro, soy parte (…) Hay tres elementos que hoy en día se nos exigen a todas las instituciones: primero, el respeto a la reglamentación y a la institucionalidad; segundo, el diálogo; y tercero la trasparencia; y aquí con estas conversaciones no se estaba respetando el reglamento, no había diálogo y menos había transparencia. Entonces, yo no podía pasar a ser parte de incumplir uno de los tres principios que siempre me he preocupado en cumplir.
– ¿Sabe los motivos detrás de estas imposiciones?
No lo sé.
– ¿Se intentó politizar la institución?
Me dolería que fuera así, pero no puedo decir que es así. Pero me dolería que fuera así.
– ¿Se intentó designar a dedo?
Cuando se me ordena con nombre y apellido por supuesto.
LEGADO
– Posterior a esto, ¿no se le ha pedido reconsiderar la decisión?
No. No se me ha pedido.
– ¿Le gustaría que hubiera ocurrido ese gesto?
Podría haber sido con un mayor diálogo creo yo, pero aquí no hubo diálogo lamentablemente y se cerraron las puertas.
– ¿Usted es un convencido de que las personas deberían pasar por concurso público?
Sí, yo soy un convencido porque eso ayuda justamente a la transparencia, especialmente en el tema de seguridad y defensa. Hay mucha gente que tiene competencias, y por eso le permite una mayor apertura, que es lo que estábamos buscando nosotros en la ANEPE.
– ¿Se va con su sabor amargo?
Por supuesto que me voy con un sabor amargo. No era mi deseo retirarme, estaba en la mitad de mi periodo reglamentario y no por mantener un trabajo uno va a aceptar que le quiebren los valores que uno tiene.
– ¿Por qué concursó para dirigir la ANEPE?
Tenía un compromiso con la academia hace muchos años atrás. Tuve la suerte de hacer uno de los primeros magister aquí cuando partió el nuevo perfil de la academia, magister en Seguridad y Defensa mención Política Estratégica, y tuvimos bastantes alumnos civiles-militares (…) Creo que fue una gran apertura para poder mejorar las relaciones cívico-militares en un tema tan importante como la seguridad y defensa que lamentablemente es poco conocido en el país.
– ¿Cuáles fueron los principales hitos de su gestión?
Creo que la ANEPE venía de una etapa de transición. El último Reglamento Orgánico y de Funcionamiento (ROF) es del año 2009, donde había una estructura muy especial (…) Hacer una estructura más dinámica, y que estuviera más acorde a las leyes que hoy día están rigiendo en lo que es la educación superior, que es un director que fuera civil, que fuera con concurso público y con dos subdirectores.
– La acreditación por cuatro años también será unos de los principales hitos.
El acreditarnos aquí hay un reconocimiento a toda la gente de la academia, a todos, porque realmente aquí es un trabajo conjunto, no fue menor porque tuvimos que empezar a preparar la acreditación estando encerrados, preparar los informes de evaluación y después consensuarlos de lo que teníamos que entregar a la CNA y realmente nos fue muy bien. Creo que haber sido acreditados por cuatro años en gestión avanzada es un logro para la gente como trabajó, especialmente en las condiciones que estábamos de confinamiento.
– ¿Cuáles son sus próximos desafíos personales?
Ser un aporte en políticas públicas en el ámbito de la seguridad y la defensa. Poder aportar con el conocimiento que me han dado 45 años de la vida pública, especialmente en el ámbito de la seguridad y la defensa; son temas que están en constante evolución, muy sesgados en algunas partes. O sea, mi intención es poder continuar aportando a la temática de la seguridad y defensa en el país. (Bio Bio)