Este miércoles comenzó la consulta pública a la cual será sometida la propuesta de actualización del currículum escolar desde 1° básico a 2° medio del Ministerio de Educación.
A las pocas horas, la iniciativa fue apuntada por diversos especialistas en educación como un intento por resurgir una antigua iniciativa, y es que, de cerca pesan los intentos fallidos de la cartera por concretar la agenda de «educación sexual integral» u otros cambios por vía legislativa, por lo que este nuevo intento podría advertirse como una segunda arremetida desde el Gobierno.
En 2022, cuando Marco Antonio Ávila aún dirigía el ministerio, buscaban lograr un «cambio cultural», «una transformación de los enfoques sobre los cuales nos situamos para alcanzar los objetivos educacionales», cita El Mercurio.
Esta propuesta, aseguran desde el Mineduc, nace luego de un diagnóstico, el que consideró «distintas fuentes de información y procesos participativos» y que se sustenta en «un riguroso levantamiento de evidencia, que incluye estudios de implementación curricular, análisis comparado internacional, estados del arte…».
Desde el ministerio sostuvieron que este currículo fortalece la lectura y la escritura, pone énfasis en el aprendizaje socioemocional e incorpora aprendizajes vinculados a la educación financiera, ciudadanía digital, uso ético del lenguaje y educación ciudadana, entre otras, sin embargo, cabe ser más específico.
NUEVO CURRICULO ESCOLAR
Según información obtenida por El Mercurio, en torno a la Orientación, se establece un énfasis en el empoderamiento, la inclusión, la equidad y la participación significativa, lo anterior con el objetivo de que niños y adolescentes «estén habilitados para asumir el control de su propia salud».
Al avanzar con los cursos, los aprendizajes se profundizan, y en 3° básico ya hay un progreso a un compromiso «más profundo con la construcción de comunidades sustentadas en el buen trato, la valoración de la diversidad (…) el desarrollo de una afectividad y sexualidad integral, sana y responsable, de acuerdo con los desafíos propios» de cada estudiante.
Ya para 7° y 8° básico, el objetivo específico es que los menores puedan «evaluar de manera analítica, reflexiva y crítica, información referida a su bienestar afectivo-sexual y social y actuando de manera sana y responsable, en consideración al autocuidado y al cuidado de otras personas y su entorno».
En cuanto a los conceptos históricos, en 6° básico, en la asignatura de Historia, el objetivo es «analizar (…) el quiebre de la democracia en Chile y sus consecuencias, considerando las características del golpe de Estado, de las violaciones sistemáticas a los derechos humanos y de las transformaciones económicas y políticas estructurales ocurridas».
Lo anterior evoluciona para 2° medio, donde pasaría a realizarse un análisis «a partir de las distintas interpretaciones históricas, la Dictadura Cívico-Militar de Chile entre 1973 y 1990 como un fenómeno complejo que responde a relaciones entre múltiples escalas; se inserta en un contexto de conflicto local y global; y desarrolla procesos de transformación estructural del país y de persecución y exterminio político sistemático de la oposición».
«DEDICADO A TEMAS NO PRIORITARIOS»
Los expertos no tardaron en entregar sus advertencias. La presidenta de la Fundación Escuelas Abiertas, María Teresa Romero, sostuvo que la situación es alertadora. «Preocupa que habiendo cientos de niños que aún no tienen cupo en ningún colegio, el ministerio esté dedicado a temas que no son prioritarios para las familias».
Así manifestó que «más allá de las razones ideológicas que motivan este tipo de iniciativas pediríamos que no se pierda el foco: todos los niños asistiendo a la escuela todos los días para así tratar de recuperar los aprendizajes perdidos a partir de la pandemia y salir de la grave crisis educacional que enfrentamos».
Por su parte, el director ejecutivo de Acción Educar, Daniel Rodríguez, advirtió que es necesario «recordar que el Gobierno tiene una agenda de ‘cambio de paradigma’ que no ha podido concretarse legislativamente, y puede que busque imponerla por la vía administrativa».
«TRASPASAR SU IDEOLOGÍA A TRAVÉS DE LA EDUCACIÓN»
Desde la comisión de Educación de la Cámara de Diputados, Stephan Schubert (Ind), manifestó que el Mineduc «sigue empecinado en cambiar el currículum en circunstancias donde las graves necesidades en educación van en un sentido diverso, tiene que ver con la calidad, con la seguridad, incluso con el acceso a matrículas oportunamente (…) Tenemos serios problemas en el sistema educacional que hay que resolver y que tienen que ver precisamente con las políticas públicas planteadas por ellos con anterioridad, como son los SLEP, el SAE, la convivencia escolar, etc.»
De esta manera expresó que el ministerio «insiste con planteamientos que ya han sido rechazados en distintos proyectos de ley y en las propuestas constitucionales. Aquí lo único que intenta el Gobierno a través del Mineduc es traspasar su ideología a través del sistema educacional».
Así indicó que de cambiarse el currículum, es necesario dejar «las discusiones importantes para el próximo Gobierno (…) este ha sido incapaz de hacer alguna política pública a largo plazo, de buena forma y obtener las aprobaciones necesarias».
Por su parte, la diputada Karen Medina (PDG), también miembro de la comisión de Educación, dijo a Emol que está de acuerdo «en que nuestra educación necesita un cambio curricular» y que, por ejemplo, la educación financiera y cívica, estén contempladas, pero solicitó al Gobierno «que no pretenda, a través de este cambio técnico en cuanto a la educación, a su cambio curricular, implementar su agenda ideológica, lo cual no genera consenso y lo cual hoy día no es urgencia y la ciudadanía tampoco lo está pidiendo. De lo contrario, va a generar un rechazo tanto de este Parlamento como de la ciudadanía». (Emol)