Ayer en reiteradas ocasiones se suspendió la sesión de la Sala de la Cámara de Diputados por falta de quórum, lo que dificulta el trabajo legislativo, y se espera que la próxima semana esta situación se complique aún más.
Para que el hemiciclo funcione, se requiere la presencia de al menos un tercio de los legisladores, es decir, 52 parlamentarios. Una de las razones de esta ausencia se debe a la simultaneidad de comisiones revisoras que operan en paralelo a la sala.
Actualmente, hay tres comisiones revisoras trabajando al mismo tiempo que la Sala: una revisa la acusación constitucional contra la ministra de la Corte Suprema, Ángela Vivanco, presentada por el oficialismo; otra aborda el libelo presentado por la oposición, que incluye a Vivanco y a Sergio Muñoz; y la tercera se ocupa del libelo contra Jean Pierre Matus.
Este miércoles se constituye la comisión que examinará la acusación constitucional contra la ministra del Interior, Carolina Tohá, lo que podría dificultar aún más el alcance del quórum la próxima semana.
Cabe destacar que cada comisión revisora cuenta con cinco parlamentarios dedicados a estudiar el libelo.
Además de las comisiones revisoras están funcionando en paralelo a la Sala la comisión de pesca y la mixta de presupuesto, ambas trabajando proyectos con urgencia.
La presidenta de la Cámara de Diputados, Karol Cariola (PC), expresó que «evidentemente, la suspensión de la Sala no es ni agradable ni correcta para el buen funcionamiento de esta Cámara. Hemos estado buscando soluciones de manera permanente en las reuniones de comité. De hecho, hoy las comisiones no pueden funcionar en paralelo en régimen normal, solo cuando tienen urgencias inminentes».
No obstante, dijo que «actualmente, tenemos tres comisiones revisoras que efectivamente pueden sesionar al mismo tiempo que la Sala. Les pedimos que reconsideren y citen en horarios distintos, ya que esto dificulta el funcionamiento de la sala».
«Además, hemos comunicado al Senado que no corresponde que la comisión mixta sea citada en horarios de funcionamiento de la Cámara, dado que el Senado opera en otro horario. Esto interfiere con el buen funcionamiento de la corporación, que es autónoma del Senado. Estamos buscando soluciones, pero necesitamos la colaboración de los presidentes de las comisiones y de los jefes de comité», agregó.
El ministro de la secretaría general de la presidencia, Álvaro Elizalde, abordó la ola de acusaciones constitucionales en el Congreso, y sostuvo que «lo que nos piden nuestros compatriotas es que finalmente llevemos adelante todas las iniciativas necesarias para elevar los estándares de seguridad y eso implica que el Congreso se concentre en legislar y en legislar bien. Las acusaciones constitucionales representan una distracción respecto de lo que el país está demandando«. (Emol)