Felipe González: la democracia fue traicionada en Venezuela

Felipe González: la democracia fue traicionada en Venezuela

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Felipe González, el ex jefe de gobierno español  (1982-1996), recordó hoy en Santiago su primer viaje a Chile. Fue en 1977, en los primeros años de la dictadura militar. Entonces se hospedó en el Hotel Carrera, el mismo edificio que hoy alberga la cancillería chilena, hasta donde González llegó hoy para participar -junto al ministro de Relaciones Exteriores, Heraldo Muñoz- en un conversatorio sobre la crisis de la gobernanza de la democracia representativa. El viaje que hizo hace 39 años tuvo por objetivo intentar liberar a los políticos socialistas Erich Schnake y Carlos Lazo, entonces prisioneros del régimen, cosa que consiguió.

Durante la actividad de hoy Felipe González abordó la situación en Venezuela y sostuvo que “amigos chilenos se irritaron” cuando afirmó que “no es compatible con la democracia que haya presos por delitos de opinión, presos políticos” y abogó por la liberación de presos como el opositor Leopoldo López.

“Les conté lo del viaje a Chile en 1977 y que saqué a Erich Schnake y a Carlos Laso, pero (en Venezuela) no he podido entrar a la cárcel para ver a Leopoldo López ni siquiera a Daniel Ceballos. Me dicen: ‘No, pero como puedes comparar…’ Que no comparo, que Chile era una dictadura, como España, una dictadura militar, con unas reglas horrendas que uno podía identificar, y en Venezuela no hay una dictadura, hay una democracia traicionada, lo cual convierte al régimen en una tiranía arbitraria. Primero detengo y después busco las razones por las que he detenido”, sostuvo.

El político socialista, aunque consideró el referendo revocatorio existente en Venezuela como una “previsión anómala” lo defendió como mecanismo. “Es un previsión constitucional. Para entender, es una idea de Chávez, que él con su manera de verlo y su estilo, dice: tienen derecho a revocarnos si no lo estamos haciendo bien. Y ahora parecen decir (desde el gobierno de Nicolás Maduro): “tienen derecho… pero menos, que revoquen a otros, pero que nos revoquen a nosotros, no”.

“Y cuando uno dice eso, pues empiezan con los calificativos, las pátinas. (…) Me dicen ‘¿pero cómo apoya usted a gente que está en contra de un gobierno de izquierda?’ Pero ¿por qué es de izquierda?, ¿o ser de izquierda es que la gente no tenga para comer ni para comprar medicamentos? ¿O ser de izquierda significa que haya presos porque piensan de manera distinta, incluido hoy un chileno? Entonces uno no puede ser rebelde contra el autoritarismo de derecha y obsecuente con el autoritarismo de izquierda, porque para nosotros es la misma muerte, el mismo espacio que desaparece”, destacó. (La Tercera)

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