Los países emergentes se enfrentarán a un cambio de escenario. Según pronósticos del Fondo Monetario Internacional, estos mercados no retomarán las tasas de crecimiento potencial que registraron antes de la crisis financiera de 2008. Al contrario. Si entre 2006 y 2007 registraron una expansión potencial de 7,5%, la cual bajó a 6,5% entre 2008 y 2014, sólo crecerán 5,2% entre 2015 y 2020.
Las razones de esta desaceleración serían el envejecimiento de la población, el debilitamiento de las inversiones y una menor productividad una vez que estas economías lleguen a su frontera tecnológica.
Al contrario de lo que sucedería en las economías emergentes, para los países desarrollados el FMI pronostica que la tasa de crecimiento potencial aumente del 1,3% registrado entre 2008 y 2014 a 1,6% entre 2015 y 2020.
Según advierte el FMI, en el caso de las economías emergentes la baja en el crecimiento potencial será un obstáculo a la hora de delinear estrategias para hacer frente a un shock externo, como las políticas contra-cíclicas.
Para los desarrollados, en tanto, la tasa de expansión limitada haría más difícil reducir la cifra de deuda pública y privada como porcentaje del PIB.
El FMI define crecimiento potencial como el nivel de expansión consistente con una inflación estable. (Pulso)
