El Fondo Monetario Internacional (FMI) rebajó su estimación de crecimiento para Chile durante 2016 y la ubicó en 2,1%, en su primer informe de Panorama Económico Mundial lanzado hoy. En su última edición de octubre, la institución anticipó una expansión de 2,5% para nuestra economía este año.
Para el año pasado, en tanto, la entidad redujo, por quinta vez consecutiva, sus expectativas de crecimiento, hasta 2,1%, ya que en el informe de octubre de 2014 el FMI proyectó un 3,3%, que bajó a un 2,8% en enero, a un 2,7% en abril, a un 2,5% en julio pasado y a 2,3% en octubre.
«El comienzo de 2016 ha sido difícil, como lo demuestran los recientes estallidos de volatilidad financiera, consecuencia de la incertidumbre acerca de la desaceleración económica en China, la caída de los precios de las materias primas y las divergentes políticas monetarias aplicadas por las economías avanzadas», comienza el documento Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental, refiriéndose a las perspectivas y retos para las economías de América Latina en 2016.
En concreto sobre el cono sur, el informe señala que tanto Chile, como Colombia y Perú «continúan un proceso de ajuste relativamente ordenado, en donde la combinación de políticas económicas (grandes depreciaciones del tipo de cambio, consolidación fiscal paulatina y políticas monetarias acomodaticias) ha evitado una contracción económica».
Asimismo, el FMI indica que las bases para el crecimiento permanecen firmes, entre ellas, «marcos de políticas sólidos, instituciones creíbles, mercados financiero sólidos y costos favorables de endeudamiento externo». Sin embargo, la institución prevé que el crecimiento potencial sea menor debido a que la transición hacia fuentes de crecimiento más diversas probablemente llevará tiempo.
Además, la entidad sostiene que la recesión regional «oculta el hecho de que la mayoría de los países continúa creciendo, en forma moderada pero indudable». En particular se explica, la situación específica de cada país determina la interacción entre los schocks externos y los fundamentos internos de la economía.
Entonces, «mientras que los países con sólidos marcos de política económica han venido ajustándose a los schocks externos en forma suave, aquellos cuyos fundamentos internos son más débiles están experimentando una caída significativa».
Por lo tanto, y considerando que el crecimiento se mantendrá débil en el mediano plazo, el FMI subrayó la importancia de resolver los retos internos, especialmente a los países para los cuales proyectó un crecimiento negativo, como lo fue el caso de Argentina, Brasil, Ecuador y Venezuela.
MINISTRO VALDÉS
La economía mundial «está pasando por una transición compleja, donde las perspectivas para un aumento de crecimiento del mundo son posibles, pero están lejos de estar aseguradas». Así lo afirmó este viernes el ministro de Hacienda, Rodrigo Valdés, quien destacó que Latinoamérica en particular tiene grandes desafíos, entre ellos la caída en los precios de las materias primas. «Estamos en un vecindario que pasa probablemente por su etapa más difícil en mucho tiempo y que es además la zona del mundo donde se han concentrado más desafíos», añadió.
Sobre las nuevas proyecciones de crecimiento del FMI para Chile, dijo que la cifra «no es una sorpresa» y que es similar a las proyecciones que hoy día tiene el sector privado. «Esto confirma que estamos pasando por un momento en que requerimos especiales esfuerzos en manejar la economía, en manejar la agenda de cambios de manera de poder revivir lo más rápido posible la fortaleza del crecimiento», enfatizó.
El ministro Valdés abordó estos temas en el Foro Económico Mundial en Davos, tras participar en la sesión «Garantizando la resistencia interna de América Latina», junto a los ministros de Hacienda de Brasil, Nelson Barbosa; de Colombia, Mauricio Cárdenas y del Perú, Alonso Segura; el presidente del Banco Central argentino, Federico Sturzenegger; y el economista y director del Centro para el Desarrollo Internacional de la Universidad de Harvard, Ricardo Hausmann.