El proyecto para instalar el Centro Interdisciplinario de Neurociencia en Valparaíso (CINV) quedó en nada. El hallazgo de diversos restos arqueológicos encarecieron el proyecto y significaron una demora en los plazos, por lo que la idea se suspendió.
El Ministerio de Obras Públicas, la Universidad de Valparaíso y el Gobierno Regional tuvieron la decisión final. Los descargos no tardaron en llegar. Según informó El Mercurio de Valparaíso, el ex director del Centro Interdisciplinario de Neurociencia de Valparaíso y quien lideró el proyecto, Ramón Latorre, sostuvo que si el proyecto se paró fue «exclusivamente por el asunto de la exploración arqueológica», por lo tanto, su crítica es hacia «el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), que, sencillamente, paró las obras, haciendo imposible retomarlas después».
Así manifestó no entender a «una parte del Gobierno de Chile y el Consejo de Monumentos, que en vez de ayudar a echar a andar proyectos en un barrio tan alicaído como La Matriz, paraliza todas las obras, perdiendo la posibilidad de desarrollo de un barrio extremadamente deteriorado«.
MOLESTIA
Este proyecto buscaba restaurar el histórico edificio Severín, que se ubica detrás de la iglesia La Matriz. Los reparos llegaron también desde el gremio de la construcción y el rector de la Universidad de Valparaíso (UV), Osvaldo Corrales.
Este último señaló a El Mercurio de Valparaíso que «en este momento, la situación es la siguiente: por diversas razones, entre las que destacan los requerimientos del Consejo de Monumentos Nacionales (CMN), además de la necesidad de desarrollar obras anexas de resguardo del entorno en muros y escalas, el proyecto no sólo experimentó un retraso mayúsculo, sino que también se encareció de manera sustantiva. En razón de ello, el Gobierno central, a través de las seremías respectivas, nos han hecho ver que, en las actuales circunstancias, consideran inviable su ejecución, por lo que han adoptado la decisión de quitarle su priorización, lo que es una pésima noticia no sólo para la UV y para el mundo científico, sino que sobre todo para nuestra Ciudad Puerto y para todo el país«.
A su juicio, «lo que ha ocurrido con el Centro de Neurociencia de la UV representa un fracaso sistémico de la institucionalidad actualmente vigente porque, en este caso, ni se ha rescatado el patrimonio arqueológico, ni se recuperó el edificio, ni se contribuyó a la ciencia, lo único que se ha preservado son las ruinas de ese sector de la ciudad«.
Para el presidente regional de la Cámara Chilena de la Construcción (CChC), Arsenio Vallverdú, «la caída del proyecto es un claro ejemplo de las trabas a la construcción y de la ‘permisología’ que está asfixiando a Valparaíso, a muchas de nuestras ciudades y al país, entrampando el desarrollo nacional».
Así sostuvo que «para recuperar zonas patrimoniales y cascos históricos como el de Valparaíso, que necesita con urgencia inversiones, modernización y empleo, debemos hacer las modificaciones necesarias a la Ley de Monumentos para mejorar las gestiones ante hallazgos arqueológicos, destrabar y acelerar las gestiones del CMN».
«DILATAN LOS PROYECTOS HASTA MATARLOS»
No estuvieron ajenos a la paralización del proyecto algunos parlamentarios miembros de la comisión de Futuro, Ciencias, Tecnología, Conocimiento e Innovación de la Cámara Baja. Por su parte, el diputado Tomas Lagomarsino (Partido Radical), dijo que «es una pésima noticia para Valparaíso, para la región y para el país (…) no puede ser que una comuna que nosotros buscamos reactivar, como es Valparaíso, proyectos se paralicen por la permisología».
Además solicitó al Gobierno «agilizar el proyecto de permisología, y por supuesto, no dejar que este emblemático proyecto para nuestra comuna caiga fruto de la falta de presupuesto para realizar el rescate arqueológico necesario según el CMN, sobre todo porque el proyecto era un señal para los vecinos del Barrio Puerto, para que la inversión vuelva a dicho sector».
El diputado Gaspar Rivas (ex PDG) manifestó que todo entienden «que hay que proteger los hallazgos arqueológicos como parte de nuestra cultura, nuestro pasado culturas, pero, desgraciadamente, en Chile el hallazgo de restos arqueológicos en un terreno donde se va a realizar algún proyecto (…) termina siendo una sentencia de muerte de dicha iniciativa, porque, en la práctica, los trámites terminan siendo tan largo y engorrosos que dilatan los proyectos hasta matarlos».
Finalmente recalcó que «el problema no son los hallazgos arqueológicos, es lo tardío de las respuestas, lo dilatado de los procesos, y en definitiva, el resultado final consiste en echar por tierra cualquier tipo de iniciativa que se tope con estos hallazgos, así que el llamado es a solicitarle al CMN a que puedan ser más expeditos en todo este tipo de trámites, o eventualmente flexibilizar el tipo de soluciones que se requieren, porque Chile desgraciadamente, es un país muy burocrático». (Emol)
